Subiendo A LA Presencia De Dios
Los cristianos no debemos conformarnos a este mundo y lo que tiene para ofrecer. Es decir, no estamos aquí para darnos los gustos de este mundo. ¿Qué significa "subiendo a la presencia de Dios"? ¿Estamos subiendo a la presencia de Dios?
Los cristianos debemos estar subiendo a la presencia de Dios, es decir, debemos buscar una vida mayor en comunión con Él. Si queremos ser más santificados o perfeccionados – como dice el Salmista, entonces tenemos que estar subiendo cada día al poderoso trono de gracia del Padre celestial.
Cómo subió Jesús a la presencia de Dios
En primer lugar, debemos entender que Jesús fue hecho el Mesías por medio del Espíritu Santo. El Espíritu Santo hizo de nuestro Señor y Salvador un Mesías (ver Hechos 2:33-36). En segundo lugar, debemos entender que estando en la tierra, Jesucristo obedecía a Dios como cualquier hombre (Hebreos 5:8), y también tomaba sus decisiones por su propia voluntad (ver Juan 5:30).
Por otra parte, debemos comprender que los mortales no pueden ir directamente a la presencia de Dios; pero sí que pueden subir al cielo por medio del sacrificio perfecto de Cristo. En tercer lugar, tenemos el testimonio de Pablo en el libro de Hechos 9:3-4 cuando él dice:
Y he aquí un hombre llamado Ananía, con quien estaba yo conversando hoy acerca del camino del Señor; este se acercó (y) puso su mano sobre mí y dijo: Entiende... ¡Este es Aquel! ¡Mira! ¡Vuelve Tu mirada desde lo alto y vete al Padre y al Hijo!
Cómo subir a la presencia de Dios
Dos cosas principales:
1. Buscar a Dios
Buscar a Dios es el primer paso para subir a su presencia. Escribe en una tarjeta la siguiente oración: Padre, te busco con todo mi corazón. Tú sabes cuánto te necesito y también sabes que no voy a desanimarme porque cada día estarás conmigo hasta el final de mi vida.
2. Discernir
Es importante discernir la voluntad de Dios para tu vida y para el resto de tu camino cristiano o como discípulo del Señor Jesús, por lo tanto hay algunas preguntas que debemos hacernos antes de decidir llevar nuestro caminar con El: ¿Qué quiero yo verdaderamente?, ¿Por qué me gusta este puesto? ¿Qué es lo que me motiva?, ¿Me gusta estudiar sobre El?, ¿Quiero seguirlo adonde sea que Él vaya? ¿Soy bueno escuchando la Palabra del Señor?
Sólo hay un modo correcto para poder discernir la voluntad divina y es mediante Él mismo (Juan 7:17). No importa si estás enamorado/a o no, siempre debemos buscar al Señor con todo nuestro corazón (Jeremías 29:13) pues nos revelará Su amor y nos protegerá del maligno (1 Juan 5:18). Y justamente está libre accesible 24 horas al día aqu
¿Estamos subiendo a la presencia de Dios?
El significado de estar subiendo a la presencia de Dios es tan importante para entender la vida adentro del tabernáculo que no todo lo que se puede aprender en este mundo sirve. En esta vida, tenemos que aprender a levantarnos por encima de nosotros mismos, nuestras opiniones y predisponer el corazón al conocimiento de Dios. Consecuencias como:
- Sustituir el amor propio por el amor al prójimo;
- Separarse del mundo y acercarse más al Señor; y
- No tener nada más como centro ni objetivo que Él (Col 3:1-4)
¿Qué significa estar subiendo a la presencia de Dios?
La palabra “subir” tiene dos interpretaciones principales. La primera es la de elevarse o ascender hacia lo alto, como cuando subimos una montaña o nos alzamos sobre la tierra para mirarla desde arriba. La segunda interpretación es que el concepto de subir está relacionado con nuestro crecimiento personal y espiritual: comenzamos en el punto 0, seguimos avanzando hacia un poco más cercano al amor divino y terminamos en el punto infinito.
Estas dos visiones combinadas describen bien lo que significa estar subiendo a la presencia de Dios: tú eres la persona que te elevas desde tu nivel actual hasta las alturas espirituales donde puedes experimentar mayor intimidad con Él.
Conclusión
Lo más importante es que subimos a la presencia de Dios para adorarlo, alabarlo y glorificarlo. Hay muchas otras razones por las cuales deberíamos buscar la presencia de Dios, incluyendo el hecho de que nos fortalece, nos da esperanza y nos da la habilidad de poder orar con autoridad y poder. Cuando entramos en la presencia del Señor, Él nos guía hacia una vida llena de éxito y bendición.
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