Predicación Sobre La Prudencia
La prudencia es una virtud que existe desde hace siglos. Puede describirse como la capacidad de hacer juicios acertados, especialmente ante el peligro o la incertidumbre. La prudencia nos advierte de que no debemos actuar precipitadamente y nos enseña cuándo debemos ser prudentes.
La prudencia es la virtud más importante.
La prudencia es la virtud más importante, porque es la única que aborda los tres aspectos de la vida humana: el intelecto, la voluntad y las emociones. La prudencia es una virtud cardinal porque tiene que ver con nuestras acciones y decisiones en este mundo (a diferencia de la fe). Las otras tres virtudes cardinales son la justicia, la valentía y la templanza/moderación.
La prudencia implica la razón práctica; la prudencia implica tanto el intelecto como la voluntad; la prudencia implica la virtud o el vicio moral (el uso correcto o incorrecto del libre albedrío).
La prudencia del presidente Trump
En este caso, esta cualidad no es lo mismo que la sabiduría. Es un sentido general de "no quiero hacer esta cosa y la evitaré si es posible, pero si debo hacerlo, lo haré con cuidado para minimizar las consecuencias negativas para mí y para los demás".
Esto es diferente de la sabiduría, que sería más bien "soy consciente de los riesgos y los beneficios que conlleva hacer X, pero decido hacer X de todos modos por buenas razones que superan esos riesgos y beneficios".
La prudencia y los conservadores culturales
La prudencia es la virtud que hace posible todas las demás virtudes. Es la prudencia la que permite juzgar lo que es bueno y lo que es malo, lo que es correcto y lo que es incorrecto. Sin la prudencia, no podemos hacer ninguna distinción moral. La prudencia nos permite identificar qué acciones son virtuosas o viciosas; también nos ayuda a discernir qué consecuencias de nuestras acciones nos llevarán a la felicidad y cuáles a la miseria, y así determinar si una acción debe perseguirse o evitarse en primer lugar.
Esta cualidad nos enseña a utilizar nuestra razón de forma adecuada: a pensar racionalmente sobre los problemas para no sólo evitar errores innecesarios, sino también para encontrar la mejor solución posible para cualquier situación concreta.
Pero la prudencia no sólo nos enseña a utilizar mejor nuestra capacidad de razonamiento, sino que también nos enseña a utilizar mejor nuestras otras capacidades (por ejemplo, el deseo) de acuerdo con la razón; nos enseña a utilizar mejor esas capacidades hacia objetivos que fomenten el florecimiento humano en lugar de obstaculizarlo".
El razonamiento prudencial y la teología moral
La prudencia es la virtud más importante, y el razonamiento prudencial es un componente esencial de la teología moral. El razonamiento prudencial es un tipo de razonamiento moral que se centra en lo que debemos hacer para alcanzar nuestros objetivos o fines.
El razonamiento prudencial puede aplicarse a las decisiones políticas, como la decisión del presidente Trump de retirarse del Acuerdo Climático de París, porque nos ayuda a determinar si una política concreta logrará el resultado previsto.
Por ejemplo, al evaluar si la medida del presidente Trump debe considerarse prudente o no, nos preguntaríamos: ¿Cuáles son los beneficios y los costes de esta decisión? ¿Hay mejores maneras de lograr nuestro objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero?
Utilizamos el razonamiento prudencial cuando consideramos si tiene sentido que nos casemos en este momento de nuestras vidas o si deberíamos empezar a fumar como forma alternativa de control de la natalidad (lo que podría ahorrar dinero).
Predicar sobre la prudencia
La prudencia es la virtud más importante. Quizá te preguntes por qué he elegido la prudencia para predicar. Después de todo, es fácil ver cómo la prudencia sería algo bueno en nuestras vidas y cómo podría ayudarnos en muchas cosas de nuestra vida, pero ¿qué la hace tan importante? La prudencia es la virtud más importante porque sin ella no podemos vivir bien ni actuar correctamente de ninguna manera. Si no tenemos prudencia, ¿quién sabe si haremos algo que pueda causar daño a nosotros mismos o a los demás?
Conclusión
La prudencia es una virtud que todos debemos tomar en serio. Es fácil pensar que la prudencia consiste en evitar el peligro, pero va mucho más allá. La prudencia significa tomar decisiones sabias en todo, desde el trabajo hasta las relaciones.
La prudencia demuestra nuestra capacidad para tomar decisiones acertadas en momentos de incertidumbre y confusión, cuando no sabemos qué es lo correcto o lo incorrecto y debemos confiar en nuestra intuición en lugar de confiar en las opiniones de los demás.
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