Predica La Voluntad De Dios

Cuando leemos o predicamos la voluntad de Dios, hay muchas formas en las que podemos abordar el tema. En este artículo compartiremos un ejercicio para aplicar la voluntad de Dios a nuestra vida diaria. Lo más importante es ponerlo en práctica, así que no dude en hacerlo y luego compartirlo con otros para que puedan hacer lo mismo!

Deuteronomio 8:6 Observa

A veces, el Espíritu de Dios nos provoca profundamente para que estemos en camino para conocer los deseos de Dios. Nos dice algunas cosas que debemos hacer y decir. A otros les habla a través de sus palabras en la Biblia, como Leyes y Profetas Sagrados; pero muchas veces es un mensaje de promesa y bendición.

Dichos mensajes son puestos dentro tu corazón por medio del Espíritu Santo para que te ayuden a comprender cómo gobernar tu vida conforme a la Voluntad Divina.

Para mantenerte en este camino leal y devoto, necesitas invocar la ayuda del Señor Jesucristo en tus oraciones cada día; alimentando tu espíritu con la Palabra Sagrada; asistiendo regularmente a reuniones religiosas (iglesias); haciendo buen uso del dinero; tratando bien a tus semejantes y respetando las reglas morales que has aprendido durante el proceso de crecimiento personal (Ver Deuteronomio 8:6).

Deuteronomio 11:1 Observa

Deuteronomio 11:1 es el primer verso del undécimo capítulo del Libro del Deuteronomio en la Biblia hebrea. Dice: "Observa y haz todo lo que está escrito en este libro". Este es un buen ejemplo de cómo predicar la palabra de Dios. Debemos vivir de acuerdo con lo que oímos predicar, no sólo escuchar.

Deuteronomio 27:13 Escucha

• Deuteronomio 27:13 Escucha, Israel: Jehová tu Dios es el que te ha hecho salir de Egipto, del lugar de la esclavitud.
• Deuteronomio 28:1-2 No apartes tus ojos de Jehová tu Dios; porque él te enseñará a caminar por todo camino, y hará que conduzcas a tus enemigos delante de ti; no se apartarán tus pies del camino que Jehová siempre ha estado dando a sus hijos.
• Deuteronomio 28:2-3 No te apartes de los mandamientos que yo te prescribo hoy para poder vivir y multiplicar como tu padre David y como los antepasados has vivido antes de ti; porque si los cumples enteramente ambas cosas vendrán sobre ti y sobre tu casa hasta la tercera generación."

Ezequiel 20:3

“No se olviden de guardar mis preceptos, ni de hacer los uno sí y el otro no; porque si ustedes me obedecen y guardan todos mis mandamientos, entonces yo seré su Dios eternamente, mas si me aborrecen y me rechazan para no hacer lo que yo les mando enseñándoles la integridad del camino que deben recorrer, entonces yo los tendré como enemigos míos eternamente.”

• Salmos 1:2-3 “Bienaventurado el mortal cuya esperanza está puesta en ti, oh Jehová; nada le faltará. Todas las cosas vivas te alabarán y cantaron a tus nombres porque tú fuiste su Salvador por tu bondad”
• Deuteronomio 8:6 “Yo les he dado tierra buena para que edifiquen casa(s) y ciudades para habitarlas placenteramente con sus familias; Yo les di ciudades fortificadas con murallas altas que no puedan derribarse ni escaladas por asalto; además de agua potable abundante para satisfacerlos completamente.

Lo mismo pasó con los alimentos que cultivaron en sus campos de labor: Mijo trigo cebada espelta centeno grano salvaje (yuca). Pera manzana higuera ciruela melocotonero peral higuerilla capulín pimienta mora guayaba piña caimito jocote

Salmos 1:2 Medita

Medita en las cosas de Dios.

El sencillo paso de meditar es tomar un momento cada día para pensar sobre la palabra de Dios, tanto la que leíste hoy como una palabra favorita que te ayude a recordar el amor y la voluntad de Dios por ti. Ejemplos incluyen: “Dios tiene mucho, muchísimo amor para ti” (1 Juan 3:1) y “Yo soy el buen pastor; el buen pastor da su vida por las ovejas” (Juan 10:11). También puedes orar y preguntarte qué significa en tu vida. ¿Qué significa para mí? ¿Cómo me siento? ¿Qué cambio realizo debido a esta verdad?

Medita en la Palabra de Dios

Algunas formas son escuchar un sermón o leer un capítulo del Nuevo Testamento con un cuaderno o libreta, escribir tus propias reflexiones acerca del texto que has leído y luego compartirlas con alguien, comentando lo que significan para ti individualmente y comunidad cristiana entera., hacer un resumen oral del tema principal del texto (con apoyos), exponer las ideas principales a través de diagramación o mapas conceptuales”

Meditar en El Temor De Jehová

El temor es un concepto básico y fuerte entre los cristianos fieles pertenecientes a

Mateo 11:28-30 Ven

• - "Jesús es el camino, la verdad y la vida". Juan 14:6
• - "Jesús es la puerta". Juan 10:9
• - "Jesús es el buen pastor". Juan 10:11-16
• - "Jesús es el pan de vida". Juan 6:35-51
• - "Jesús es la luz de este mundo". Juan 8:12
• - Jesús le dijo: "Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es su viñador. Todo sarmiento que en mí no da fruto lo quita, y todo sarmiento que da fruto lo poda para que dé más fruto. Ya estáis limpios por la palabra que os he dicho... Permaneced en mí... Como los sarmientos no pueden dar fruto por sí mismos, sino sólo si permanecen en la vid..." (Juan 15)

Marcos 2:23-24 Sigue

"Then he said to them all: 'If anyone would come after me, let him deny himself and take up his cross daily and follow me. For whoever would save his life will lose it; but whoever loses his life for my sake will save it.'"

Traducido al español: "Entonces dijo a todos que si alguien quiere venir conmigo, que se niegue a sí mismo y lleve su cruz cada día y me siga. Porque el que quiera salvar su vida la perderá; mas el que pierda su vida por causa mía la salvará."

Juan 6:37 No te apartes

Jesús es el pan de vida; Jesús es la palabra de Dios; Jesús es la luz del mundo; Jesús es la puerta del cielo, y debes pasar por Él para llegar allí. Él es también tu camino, tu verdad y tu vida. Él te da el agua viva que nunca se secará (Juan 4:10-14).

Lucas 6:46 Escucha

La próxima vez que leas la Biblia, escucha la voz de Dios. Escucha las palabras que están destinadas específicamente a ti. No te distraigas por otras personas que estén leyendo sus Biblias al mismo tiempo que tú, o por otras cosas que sucedan en tu vida durante ese tiempo; sólo concéntrate en lo que Dios te está diciendo a través de las Escrituras.

Reconozca que no todo lo que escuchamos viene de la boca de Dios. A veces nuestras mentes están tan llenas de otras ideas que nos resulta difícil escuchar lo que él tiene que decir por encima de todo ese ruido en nuestras cabezas. Pero aunque estemos distraídos, Dios quiere que nos sintonicemos con él y nos aseguremos de escuchar atentamente sus palabras a través de su Palabra (la Biblia). Puede susurrarlas en voz baja; a veces, llegarán altos y claros, y otras veces llegarán entre dos amigos que charlan mientras caminan juntos por la calle y discuten algo personal....

Leer y hacer la voluntad de Dios viviendo su palabra

Para entender mejor la palabra de Dios, primero hay que leerla. La lectura es el primer paso para cambiar el corazón, que luego permite vivir las palabras de Dios.

Al leer la Biblia, debemos tener cuidado de no leerla con nuestro propio entendimiento o interpretación. En lugar de tratar de interpretar lo que creemos que Dios está diciendo, debemos ver las Escrituras como si fueran una carta escrita por otra persona -el autor- y leerlas como tal.

Entonces podemos aplicar ese mensaje en nuestras vidas con confianza, sabiendo que estamos siguiendo la guía de Dios en lugar de nuestras propias opiniones y creencias sobre lo que Él quiere que hagamos o cómo se siente acerca de ciertas cosas.

Al hacer esto, somos capaces de dar testimonio de Cristo mostrando a los demás a través de nuestras acciones la clase de persona en la que Él nos ha convertido (para ser testigos).

También le servimos convirtiéndonos en discípulos que siguen sus mandatos y enseñanzas; en seguidores que obedecen sus instrucciones; en estudiantes que siempre aprenden cosas nuevas de Él; en siervos que le sirven de todo corazón; en amigos que pasan tiempo hablando con Él regularmente; y en hijos que tienen fe en su Padre incluso cuando los tiempos son difíciles (Romanos 12:1-2).

Conclusión

La paz sea contigo. Hay muchos temas que el Espíritu Santo te permite enseñar a tus hermanos de la fe; sin embargo, es necesario elegirlos con cuidado y hablar sobre ellos con amor y paciencia. A través de una vida de oración, podemos acercarnos más al Señor y alcanzar una perspectiva mucho más amplia sobre las obras del Espíritu Santo en nuestras comunidades.

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