Los Planes de Dios son exitosos
El estudio de hoy tiene un nombre muy hermoso: “Los planes de Dios son exitosos”. Como cristiano, es fácil desanimarse cuando las cosas no parecen ir como queremos. Esto es especialmente cierto si estamos comprometidos a seguir a Dios y a buscar verdaderamente su voluntad en nuestras vidas.
Cuando era más joven y empecé a asistir a la iglesia, había muchas veces que me sentaba en mi silla el domingo por la mañana con lágrimas en la cara porque me sentía muy mal por los acontecimientos recientes o porque no estaba seguro de lo que Dios quería que hiciera o a dónde quería que fuera.
Con el paso del tiempo y el crecimiento de mi fe, he aprendido algunas cosas importantes sobre los planes de Dios para nosotros. En primer lugar, siempre son exitosos. En segundo lugar, nunca son provisionales (lo que significa que pueden cambiar en cualquier momento).
En tercer lugar, a menudo no sabemos cuáles son esos planes hasta más adelante en la vida, cuando miramos atrás a ciertos acontecimientos desde una perspectiva objetiva en lugar de reflexionar subjetivamente sobre ellos ahora (lo que puede causarnos un estrés excesivo). Y por último, en cuarto lugar (y quizás lo más tranquilizador), estos planes siempre incluyen cosas buenas para nosotros porque Dios no quiere nada más que el mejor resultado posible.
- Los planes de Dios nunca son provisionales.
- No conocemos los planes de Dios hasta que los vemos realizarse.
- Los planes de Dios son para nuestro bien.
- Los planes de Dios son para llenarnos de esperanza.
- Cuando vemos el éxito de lo que Dios ha hecho, podemos confiar en que seguirá actuando.
- Los planes de Dios para nosotros no son de fracaso sino de éxito
- Conclusión
Los planes de Dios nunca son provisionales.
Pero los planes de Dios son exitosos y nunca son provisionales. No tiene planes de contingencia a los que recurrir. Sólo tiene un plan, y es lo suficientemente bueno para mí. No hay ganadores de segundo lugar en su libro, sólo primeros lugares.
Dios no nos metió en este lío por error; nosotros mismos nos metimos en él por nuestras propias acciones. Pero Él no se sorprendió de cómo resultaron las cosas porque sabía que lo harían, y lo había planeado desde el principio de los tiempos.
No conocemos los planes de Dios hasta que los vemos realizarse.
Digamos que tienes un amigo al que le gusta mucho el deporte y quieres comprarle un regalo para su cumpleaños. Piensas en regalarle un bate de béisbol o cualquier otra cosa que le sirva para jugar a juegos como el sóftbol o el baloncesto. Pero tu amigo no juega a ese tipo de juegos, sino que le gusta verlos en la televisión con su familia.
Así que, en lugar de regalarle lo que tenías pensado comprar, ¿por qué no le regalas algo que realmente aprecie? Lo mismo ocurre cuando intentamos comprender los planes de Dios: no siempre coinciden con lo que pensamos que deberían ser, porque a menudo son más grandes de lo que podemos imaginar a primera vista.
Los planes de Dios son para nuestro bien.
Los planes de Dios son exitosos porque siempre son para nuestro bien. Dios siempre trabaja en lo que es mejor para nosotros y nunca contra nosotros. Él promete sacar lo bueno de cada situación, aunque lleve tiempo. "Confía en el Señor con todo tu corazón y no te apoyes en tu propia inteligencia; reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus sendas" (Prov 3,5-6).
Los planes de Dios tienen éxito porque siempre son para nuestro futuro. Dios ha prometido que un día no habrá más dolor ni tristeza, sino que disfrutaremos de la eternidad con Él. "Porque yo sé los pensamientos que tengo sobre vosotros, dice el Señor, pensamientos de paz y no de mal... Porque vendrán... para edificar a Jerusalén" (Jer 29:11-14).
Los planes de Dios son exitosos porque siempre son para nuestro presente. Incluso en los momentos en que las cosas parecen más sombrías o como si nada pudiera volver a salir bien... la Biblia sigue diciendo que "el Señor es mi ayudante" -(Salmo 138:7).
Los planes de Dios son para llenarnos de esperanza.
Los planes de Dios son llenarte de esperanza. Él quiere darte Su paz, alegría y amor. Es por eso que Sus planes son exitosos, porque vienen de un lugar de bondad y amor-no de egoísmo o miedo como lo hace el plan del diablo.
Al diablo le encanta mentirnos sobre los planes de Dios y cómo son en realidad. Quiere que creamos que los planes de Dios no funcionan para nosotros porque son temporales y no durarán para siempre (lo cual no es cierto).
Pero si realmente creemos que Dios tiene buenas intenciones para nuestras vidas, entonces lo veremos como fiel en el cumplimiento de sus promesas, incluso cuando las cosas parecen difíciles en este momento.
Cuando vemos el éxito de lo que Dios ha hecho, podemos confiar en que seguirá actuando.
Cuando vemos el éxito de lo que Dios ha hecho, podemos confiar en que seguirá actuando en el futuro. Esto se debe a que Sus planes son para nuestro bien y siempre tienen éxito. Los planes de Dios nunca son temporales y no fallan; siempre son exitosos y duraderos. Cuando vemos el éxito del plan de Dios para nosotros, podemos estar seguros de que Él seguirá actuando en nuestro favor también en el futuro.
Los planes de Dios para nosotros no son de fracaso sino de éxito
Él tiene el control de todas las cosas y sus planes son buenos, nos llenan de esperanza y nunca dejan de darnos lo que necesitamos en el momento adecuado. Los planes de Dios no son temporales, como parecen ser las esperanzas de tantas otras personas hoy en día, sino que son eternos.
Conclusión
Los planes del Señor son como un mapa de carreteras para saber a dónde quiere que vayamos y qué quiere que hagamos. No importa cuántas veces te pierdas en el camino, porque Dios siempre te guiará de vuelta a tu camino. Sus planes no sólo son perfectos, sino también exitosos cuando los seguimos fielmente con todo nuestro corazón.
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