La parábola de los talentos – El reino de Cristo por mil años
La parábola de los talentos, tanto los creyentes en Cristo, como los que aún no lo son, deben tener algo presente y es que a todos los seres humanos nuestro creador Dios Padre, nos ha dado talentos que debemos cultivar, hacer crecer, por medio de las aptitudes y actitudes que tengamos para con el prójimo y que cuando Cristo, vuelva todos seremos juzgados y él nos preguntara que hicimos con el talento que nos dio.
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La parábola de los talentos – El reino de Cristo por mil años
Esta parábola nos recuerda todos los días, el objetivo que debemos tener y aplicar como cristiano, en Mateo 25:14-15 dice: “Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos.” Y si analiza por un momento la vida cada uno de nosotros tiene talentos.
Puede ser que usted sea como en el mundo llaman una persona muy talentosa, todo lo entiende eres capaz de resolver muchas situaciones, y lo hace con una facilidad impresionante, esos son talentos que Dios le ha dado, pero de repente sea una persona que solo puede hablar varios idiomas, y nos dice, mira no tengo habilidad para tal o cual cosa, pero cualquier idioma que apenas lo estudie ya lo hablo eso es talento.
Y este regalo es dado por la gracia de Dios, a cada ser humano, solamente que hay unos que los multiplican y otros que no, pero todos debemos multiplicar o para ser mejor entendido desarrollar ese talento para el bien de la humanidad, cada talento es dado de acuerdo a sus capacidades no se preocupe si aquel tiene más que usted lo importante es que, el que usted tenga sea desarrollado para el bien.
Como le he mencionado creo fervientemente en que muy pronto regresara nuestro Señor Jesús, para que todos seamos juzgados, y vivir por siempre con él, pero en ese juicio también se nos preguntará, qué hicimos con esos talentos que nos dio, lo usamos para la obra de Dios, o por miedo, flojera, indecisiones lo dejamos guardados en nosotros, debemos hacer crecer nuestros talentos aunque tengamos miedo.
En Mateo 25:19-20-21-22 “Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos. Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos. Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.”
Y al igual que este siervo, muchos en la actualidad suelen trabajar para la obra de nuestro Señor hasta que él regrese, mientras, usted nos dirá pero yo he multiplicado siempre mis talentos y la abundancia que tengo es gracias a ellos, pero ahora le pregunto de verdad, ha multiplicado los talentos para lo que les fueron dados, leamos detenidamente la parábola y nos daremos cuenta de que trabajamos para Cristo.
Que usted al igual que cualquiera de nosotros se siente alagado de formar parte de ese equipo de trabajo y de tener un Padre o Jefe que nos ame como lo ha hecho nuestro Señor Jesucristo, y debe tener presente que esos talentos dados no son nuestro como tal, es un préstamo mientras él, regresa entonces, cómo podemos tomar algo que no es nuestro para beneficio propio, todo es dado para facilitar nuestro desempeño.
Ahora, hablemos en términos más entendibles, el talento era en aquella época, una unidad de medida que poseía una denominación alta ya sea en pesos, bolívares, dólares eso no significativo, lo significativo es lo que le fue dado, porque Dios, le conoce y sabe que puede multiplicar dicho bien, en pocas palabras su o sus talentos son por ejemplo sus habilidades, aptitudes, capacidades para edificar.
Sí, así mismo es, existen personas que no necesitan estudiar para desarrollar una actividad, y es impresionante, es una virtud viene con ellos, otras personas comentan que han pasado años estudiando, y esta otra persona apenas lo ves y ya lo dominas, eso son talentos que han sido dados al ser humano, eso no quiere decir que ahora usted se crea médico, y decida operar sin haber estudiado, ojo no infrinja la ley.
La idea es que entremos en comunión con Dios, y sepamos cuáles son nuestros talentos y como usarlos para la obra y ministerio de Jesús, entienda algo, esto no es religión ni algo por el estilo, la idea es que usted vaya de la mano de nuestro Creador, quien mejor que él, le puede conoce y decir cuáles son sus talentos, no lo que dice la sociedad que le rodea, porque muchas veces nuestra sociedad nos miente.
Cuando usted ve a alguna persona realizando una actividad y lo hace muy bien, seguro eso es su talento, no desee lo de otro, no sea una piedra de tropiezo, ni tampoco escuche lo que en algunas oportunidades le dice la sociedad de que usted debería hacer eso o aquello también, nuevamente le comunico usted tiene su talento y ese es el que debe desarrollar, trabajar y ponerlo a la orden del ministerio de Cristo.
Para saber cuál es o son sus talentos, debe hablar con el Padre, así podrá primeramente trabajar para el equipo maravilloso de nuestro Señor Jesús, multiplicando o trabajando cada aptitud que se le ha dado o asignado, y todo es para la obra y gracia de Dios, y su justicia, es cuestión de saber que le fue entregado en sus manos y ponerse a trabajar, con entusiasmo y pasión.
Sí, en sus manos porque usted nació con esa facultad, ahora no le vamos a negar que existen casos en que las personas saben cuál es su talento, y dicen hay sí es cierto, yo tengo facilidad para tal o cual cosa, pero me da flojera, o tengo mucho miedo o no tengo tiempo de hacer esto o aquello, o expresiones como no voy a trabajar para otro, o por qué debo hacer algo por alguien que no es mi familia.
Esta es una persona que no entiende cuál es la misión que deben cumplir, es como si usted tiene en su despensa mucha comida, y sabe que nunca le faltará, y tendiendo la posibilidad de ayudar a alguien ya sea familia o no se rehúse, y prefiera que se pudra, porque tampoco puede compartir con los animales, así son los talentos que Dios, le dio, usted nunca dejará de disfrutar de ellos y deberá compartir para hacer el bien.
Cuando continuamos leyendo la parábola de los talentos notamos que dentro del grupo de personas a las que aquel hombre entrego talentos hubo una que solo le fue entregado un talento, y hoy día hay muchas de esta manera que solo se les entrega un talento, aptitud, capacidad, y esa persona entonces debe trabajar para multiplicar ese único regalo entregado o talento dado, no lo puede dejar perder.
En Mateo 25:24-25-26 “Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo. Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí.”
Entonces como se ha escrito en el inicio de esta parábola, este hombre que le dio los talentos a sus siervos es comparado al Reino de Dios, y es eso lo que analizaremos porque todo deberá ser visto en el espíritu, entonces veamos lo que ya hemos conversado en párrafos anteriores, Dios le ha dado un talento, el hombre le da a sus siervos un talento y no les dice más nada solo les dice que volverá, Jesús, nos dio más.
Al igual nuestro Señor Jesús nos dio talentos, y nos dejó indicaciones de cómo cumplir diferentes tareas o misiones en la vida para su ministerio, para que cuando venga de nuevo con Poder y Gloria, a juzgarnos, y nos pregunté con base y testigos, que hicimos que dejamos de hacer y como él, si lo sabe todo, es decir, no le podemos engañar, imagínese si el hombre de la parábola reprenden al siervo, y no les dio orientación.
Ninguno queremos que en ese gran día nuestro Señor Jesucristo, primero se enoje con nosotros y nos diga negligentes, ya que nos comportamos como siervos malos, ante ello debemos activarnos multiplicar ese talento o esos talentos que Dios, en su infinita misericordia nos ha dado, no se afane en imitar a su prójimo, haga su talento y hágalo bien hecho para agradar a Dios, y llevar más frutos al ministerio de Jesús.
Imagínese que usted decide esforzarse y logra que todo salga muy bien, como debe ser para la Gloria de Dios, pero en des tiempo o acabando con su salud física y mental o con todo lo que tiene a sus alrededor, o enemistándose con todo el mundo porque se empeña en hacer algo para lo que usted no tiene talento, pero usted dice que si aquel o aquella le sale bien y tienen tantos seguidores a usted también lo hará y le alabaran.
O, por el contrario, no quiere o desea hacer nada porque le da flojera, tan simple como eso, ante ello es importante que usted sepa que todo esto es condenable por nuestro Dios, y más nadie tiene el poder para juzgarle o condenarle sino Dios, y lo hará, y esta situación se le puede confirmar con tanta certeza porque que está escrito en la biblia y todo pasara, pero su palabra no, esos quiere decir que se cumplirá cien por ciento.
En Mateo 25:27-28-30 dice: “Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos. Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.”
Si esta parábola es comparada con el Reino de Dios, quiere decir que de esa manera nos preguntará Jesús, qué hiciste con lo que te di, o buscara en el libro de nuestra vida y eso aunado a lo que ha hecho o dejado de hacer podrá obtener una sentencia no grata, pero aún estamos a tiempo de hacer lo que Dios, quiere que hagamos, estamos a tiempo de predicar la palabra de Dios y cumplir con sus mandamientos.
Lo anteriormente mencionado es para todas aquellas personas que a pesar de haberle hecho ver o entender esta parábola no busca alinearse con nuestro Señor Jesús, y sus mandamientos, pero como ya usted ha entendido que en su ser, hay talentos o un talento y que deben ser usados o multiplicados debe trabajar en ello, y ya sabe que todo ello es ganancia para vida espiritual, es su deber salvar a su alma.
Después de entender esta parábola, usted se preguntara y cómo hago para que cuando llegue el día final que todos esperamos, Jesús, le diga buen sirvo y fiel has sido, sobre mucho te pondré entra al gozo de tu Señor, ese momento será maravilloso, porque con Jesús gobernando, la justicia reinara, la paz, la armonía y todos tenemos sed de esto, para ello debemos utilizar nuestro talento y sumar obras a nuestro libro.
Cómo usar nuestros talentos
En Éxodo 35:31-32-33-34 dijo Moisés: “y lo ha llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría, en inteligencia, en ciencia y en todo arte, para proyectar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce, y en la talla de piedras de engaste, y en obra de madera, para trabajar en toda labor ingeniosa. Y ha puesto en su corazón el que pueda enseñar, así él como Aholiab hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan”.
Como podrá observar Dios, nos ha dado a todos talentos, no hay un ser humano que no los tenga lo único es que debe desarrollarlo, trabajar en el talento otorgado porque su tarea o misión es muy importante para Dios, deslástrese de esos patrones sociales en los que le han hecho pensar que una tarea es más importante que otra, o porque aquel hable bonito usted no tenga la oportunidad de alcanzar el objetivo.
El versículo anterior nos insta que hagamos nuestras tareas, ahora ubíquenoslo en la realidad que vivimos, cuántas personas no son médicos y no tiene vocación, o cuantas personas no están en un oficio sin tener el mínimo talento para ello, cuando conversamos con ellas sentimos un dejo de infelicidad, fastidio, o desinterés y todo está asociado porque no era lo que deseaba hacer en su vida o no es su talento.
Este tipo de comportamientos salen del corazón que no miente, usted no puede ocultar ciertas situaciones con las que su cuerpo o acciones hablan por usted, hable con Dios, escudriñe en su corazón cuál es la pasión, que lo mueve para hacer la obra de Dios, ya sea un amante de las ciencias, la investigación, un orfebre, barrendero, o médico no se deje guiar por una sociedad destructiva trabaje para Jesús.
Consientes bíblicamente de cuáles son los talentos, que no es lo mismo que los dones, es importante que usted clame a Dios, a nuestro Dios, dígale que le ayude a entender y ejecutar su talento para su obra, no sea como el siervo que decidió no trabajar esos talentos es mas no hizo la diligencia para asesorarse, de cómo convertir lo prestado en algo mejor, para agradar a su dueño.
Muchos de nosotros hemos sido criados bajo ciertos parámetros que nos han ayudado a mejorar en la vida por ejemplo nuestros padres o abuelos siempre nos dijeron si a usted le prestan algo devuélvalo mejor de cómo se lo dieron, eso es mejorar multiplicar lo que se nos dio con este tipo de bases que no necesita de años para implementarlos en su vida, empiece y con gusto porque la multiplicación es para Dios.
Sea un buen siervo y no se deje envolver por los avatares de la vida que le alejan de Dios y su voluntad, no piense que está trabajado para algún ministerio del hombre, porque no es así, usted debe poner sus talentos para la obra de Dios, deje que él, le guie y para que Dios, le oriente usted debe estar en contante comunión con él, ore sin cesar para ello no es necesario estar en un templo allí donde esta puede orar.
Un siervo bueno se caracteriza por poner sus talentos para el servicio y la obra del ministerio de Cristo, con pasión sin afectar ni ser afectado por nadie, sin querer figurar para el mundo, sino que hace todo para que Dios, lo vea y se sienta agradado de su buena y gran misión eso es lo único que debe importarle, y otro detalle no haga su gran obra par que Dios, le dé hágalo porque su corazón se desborda por el Creador.
No se preocupe si aquel hace o deja de hacer, usted haga su trabajo y asegúrese que está siendo guiado por Dios y su justicia haga las cosas con amor porque Dios, le ve no piense tanto en la recompensa porque esa está segura, de acuerdo a sus obras porque Dios no los prometió y él, no miente, además su palabra lo dice si no has hecho nada con lo que se te dio, cuando sea el juicio se te quitara.
En 1 Timoteo 4:4-5 dice: “Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias; porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado.” Ore a Dios, porque él santificara su obra, aumente su fe, le recuerdo que sin fe es imposible agradar a Dios, no dejes pasar esta gran oportunidad porque no sabemos cuándo seremos llamados.
Allí donde esta hable con Dios pídale perdón por sus pecados dígale que entre a su corazón como su único Señor y Salvado que escriba su nombre en el libro de la vida y no lo borre jamás, este es el primer paso reconocer a Jesucristo como su único Señor, y no deje de pedirle que le oriente que le enseñe cuál o cuáles son sus talentos para servirle en espíritu y verdad.
Para concluir, es importante de que a partir de este momento no olvide jamás que todos los seres humanos tenemos talentos, y que todas y cada uno deben ser utilizados para la obra del ministerio de Cristo, ame su talento porque se lo ha regalado Dios, aquí no es cuestión de cantidad, sino de un hermoso regalo dado por el Creador de acuerdo a nuestras capacidades.
Si aún le preocupa su recompensa le diré que su recompensa será de acuerdo a como usted haya trabajado con su talento, a partir de este momento ya no hay excusas, ya sabe que tiene talentos que le fueron dados para trabajar en la obra de Dios, pero no solo nos dio el talento nos dio todos los recursos, úselos, levántese porque Dios, nos manda a que seamos valientes, usted puede y debe hacerlo por Dios y usted mismo.
Nunca olvidemos que somos mayordomo, o siervos de Cristo, un buen trabajador siempre hace más de lo que se le pide, y cómo no darle todo a nuestro Dios, con amor, si él, dio a su único hijo Jesucristo, para salvarnos, a su vez, nos da talentos y todas las herramientas necesarias para que trabajemos en cada uno de ellos, para que hagamos un trabajo de excelente calidad para Cristo y su ministerio.
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