La Autoridad del Pastor - Cuál es su misión principal dentro de la iglesia

La autoridad del Pastor dentro de las congregaciones es fundamental para mantener firme al pueblo de Cristo, y es una labor ardua, constante y muy importante. El vocablo "autoridad" suele ser tergiversado y asociado con la "tiranía", "autoritarismo" y "legalismo" Así que cuando se hace mención de esa palabra pueden haber confrontaciones, disyuntivas y malos entendidos. Por eso se debe buscar siempre argumentos en la palabra y exhortar mediante ésta.

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La autoridad del Pastor - Cuál es su misión principal dentro de la iglesia

La palabra autoridad tiene relación con el Ministerio pastoral y nos da la idea de un hombre o grupo de hombres que se enseñorean sobre la conciencia de los otros, buscando implementar su propio pensamiento, forma de vivir y de actuar. También nos ha la idea de una persona que busca imponerse y muchas veces abusa de su autoridad para ello manipulando o distorsionando el verdadero mensaje de la palabra. Por lo cual en estos últimos tiempos tenemos que estar apercibidos y tener la mirada en Cristo.

Sin embargo, la imagen que nos muestra la Palabra de Dios es diferente, ya que ahí se muestra la autoridad de un pastor pero bajo la absoluta dirección de Cristo, y para la edificación de todo el redil porque él compró con su sangre a todos por igual, no solamente a un grupo de personas que se creen dueños de la salvación, dejando a un lado la herencia que nos dio Jesucristo por Gracia.

De esta manera que un Pastor no fue llamado para imponer sus opiniones ni buscar manipular para que todos hagan lo que él dice, sino que esta figura ministerial debe estar sujeta a Cristo y a su palabra, y debe procurar hacer cumplir los designios del Señor. Esa es su misión, hacer la voluntad de Jesús aquí en la tierra, predicar el evangelio, dirigir, exhortar con el amor de Dios. Rescatar las almas del abismo y traerlas a la luz admirable. Pare ello debe mantener una estrecha relación con el Padre, quien le mostrará la manera en la que debe actuar, para así lograr el propósito que tiene con su iglesia.

Todo Pastor debe tener un llamado, y no imponerse como pastor. Y este llamado debe ser confirmado y sellado por el Espíritu Santo. No todos pueden ser pastores, cada miembro tiene una función que debe cumplir, la cual es igual de importante que todas las demás. Tal como lo establece su palabra:

"Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, aunque son muchos, constituyen un solo cuerpo, así también es Cristo. Pues por[a] un mismo Espíritu todos fuimos bautizados en un solo cuerpo, ya judíos o griegos, ya esclavos o libres, y a todos se nos dio a beber del mismo Espíritu. 14 Porque el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos" (1 Corintios 12:12-14)

De esta manera que la figura del Pastor es la cabeza del cuerpo de Cristo y por eso debe estar sujeto a él, ya que la cabeza del Pastor debe ser Jesucristo y su misión debe estar enfocada en su palabra, bajo la cobertura del Espíritu Santo que nos lleva a toda verdad. Si un pastor no considera esto, puede envanecerse su corazón y buscar sus intereses personales.

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También es importante destacar que cada miembro de la iglesia tiene un propósito y por eso Dios los designa en los diferentes ministerios, donde el objetivo debe ser el mismo, enaltecer al Señor, hacer su voluntad, seguir su Palabra, predicar el evangelio de la salvación. Si todos van en la misma dirección se verá el fruto. Así que en la palabra el Señor establece el rol de cada uno de sus miembros:

"Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor" (Efesios 4:11-14 )

En este sentido, la palabra es clara y contundente, y establece que la misión principal para los diferentes ministerios es la edificación del cuerpo de Cristo y podamos alcanzar la estatura de Cristo. Para ello es importante que la autoridad del Pastor se haga notar y guíe a su redil conforme a lo que se establece en la Palabra y no a sus propias opiniones de hombre.

Los Pastores como Gobernadores del cuerpo de Cristo bajo su autoridad

Los pastores son gobernadores del cuerpo de Cristo bajo la autoridad divina. Por lo cual debe impartir su dominio como una autoridad dentro de la iglesia, debe infundir respeto y dar testimonio de su liderazgo. No puede existir un pastor impuesto por el hombre, y resulta muy lamentable que en la actualidad muchos hombres se hayan tomado la atribución de ser pastores sin tener un llamado, sin tener la dirección de Dios, llevando al redil al desfiladero. Esto no es agradable ante los ojos del Señor y puede traer consecuencias nefastas, ya que Dios pedirá cuenta de nuestras acciones y más si tienes un Ministerio tan importante como el pastoral.

Al respecto la palabra de Dios asevera lo siguiente: "Así que, pastores, escuchen este mensaje del SEÑOR: Prometo por mí mismo, dice el Señor DIOS, que ustedes, pastores, serán castigados por haber tomado mis ovejas como un botín, por dejarlas sin pastor a merced de los animales salvajes, por ni siquiera haber tratado de ir a buscarlas, por ignorarlas y por cuidarse sólo a sí mismos. 9 Por lo tanto, pastores, escuchen este mensaje del SEÑOR. Así dice el Señor DIOS: ¡Miren, estoy contra esos pastores y les demandaré mis ovejas! ¡Los echaré, no los dejaré pastorear mis ovejas nunca más! Rescataré mis ovejas de sus fauces, y los pastores ya no se alimentarán de ellas" (Ezequiel 34:7)

En este sentido, no se debe ejercer el pastorado a la ligera, ni pretender  ponerse sin la dirección de Dios, ya que él es quien escoge a sus pastores, los capacita, dirige y les muestra el camino correcto que deben seguir. Cualquiera no puede ser Pastor, este Ministerio no es por azar, ni por imposición humana. Debe existir un llamado del Señor, quien lo respaldará en todo momento.

De igual modo el Señor nos revela lo que significa ser un buen pastor y en la biblia podemos encontrar diferentes pasajes que muestran el camino a seguir: "Entonces asignaré a mi siervo como su pastor y él las apacentará. Un descendiente de David las pastoreará. ¡Él será su pastor! Entonces yo, el SEÑOR, seré su Dios, y mi siervo David las guiará. El SEÑOR lo ha dicho. Entonces haré un pacto de paz contigo. Haré desaparecer del país a las fieras para que descanses segura en el desierto y duermas en paz en el bosque. Entonces mi pueblo será una bendición alrededor de mi monte. Enviaré lluvias en el momento oportuno y estas serán una bendición. Hasta los árboles silvestres producirán fruto, la tierra producirá sus cosechas y ellas vivirán seguras en su tierra. Cuando yo quiebre su yugo y las libere de los que las esclavizan, entonces sabrán que yo soy el SEÑOR.  Ya no serán presa de las naciones y los animales salvajes no se las comerán. Vivirán seguras y nadie las espantará" (Ezequiel 34: 23-29)

Entendiendo este hermoso pasaje, podemos apreciar la gran misión que implica el pastorado, ya que debe dejarse guiar por Jesús y despojarse del viejo hombre y dar su vida por sus ovejas, buscar la que está perdida. Seguir el llamado del Señor implica una gran responsabilidad y no se debe tomar a la ligera. De igual modo se debe resaltar el hecho de que un pastor debe profesar la paz de Cristo, darle seguridad a su redil y actuar como un padre espiritual, dispuesto a aconsejar, exhortar e interceder por su rebaño.

La autoridad del Pastor entonces implica una herramienta para poder llevar a cabo de forma eficiente la labor que se le ha otorgado. Así que su principal deber es hacer comprender a las ovejas de Cristo cuál es su voluntad y persuadirles a que sean obedientes a la palabra. Por lo cual se debe procurar no perder la visión otorgada por el Señor, la cual es dada mediante su palabra para el esclarecimiento y camino a la verdad que es Cristo. Al respecto la palabra nos exhorta de la siguiente manera:

"Obedeced a vuestros pastores y sujetaos a ellos, porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta. Permitidles que lo hagan con alegría y no quejándose, porque eso no sería provechoso para vosotros" (Hebreos 13:17)

De esta manera la autoridad del pastor debe manifestarse para poder crear el orden en la iglesia, y las ovejas deben obedecer y dejarse sujetar por ellos, ya que es un mandato del Señor para poder llevar a cabo la misión y propagar el evangelio del reino, contrarrestando el mundo de las tinieblas que nos azotan día a día y que no descansan, porque quieren destruir la obra de Jesús aquí en la tierra.

En este sentido, los pastores han sido llamados a cuidar y proteger a las ovejas de Cristo alimentándolas conforme a lo que establece la Palabra de Dios, alertándonos acerca de los peligros que pueden quebrantar, trayendo el consejo o la exhortación a tiempo. La palabra nos lo expresa en el siguiente pasaje: “Hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya de la casa de Israel; oirás, pues, tú la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte”. (Ezequiel 3:17)

Así que la labor de un pastor no siempre se recibe con alegría porque tienen la misión de advertir a su iglesia para que reciba el mensaje de Dios y puedan ponerse a cuentas con él, buscando siempre el bien de la congregación para que cuiden su vida espiritual y puedan tener un testimonio digno de un verdadero hijo de Dios. De esta manera, los atalayas no se encontraban para causar molestias a las personas sino para protegerlos de todo mal.

¿Qué autoridad debe tener un pastor sobre una iglesia?

La autoridad que debe tener un pastor dentro de las iglesias es de suma importancia, y se refiere a la autoridad de Cristo, su Supremacía, ya que ningún líder puede actuar según la carne, se debe mover mediante el Espíritu Santo, y esto se logra cuando existe una estrecha relación con el Padre, cuando se escudriña la palabra y obedece.

El Señor le ha otorgado a los ancianos o pastores para que dirijan las congregaciones locales bajo su autoridad. Sin embargo surge el interrogante de cuánta autoridad debe tener un pastor, y primeramente debemos tener claro que la iglesia local debe ser partícipe en la selección de quienes los van a dirigir. En Hechos 6 se nos señala que se necesitaban líderes para supervisar el cuidado de las viudas en la iglesia. A lo que los apóstoles dijeron: "Hermanos, escojan de entre ustedes a siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu y de sabiduría, para encargarles esta responsabilidad." (Hechos 6:3). Este mismo principio podría aplicarse cuando los miembros de una iglesia existente escojan a sus líderes pastorales.

De igual forma, se debe comprender que un pastor sirve en autoridad junto con otros líderes. Dentro de la iglesia primitiva, las iglesias por lo general tenían muchos ancianos o pastores que trabajaban en unión para dirigir la iglesia. Lo cual ayudó a evitar problemas en los que un solo líder ejercía mucho poder o autoridad. Así que el liderazgo del equipo puede ayudar a eliminar el problema de un pastor que ejerce mucha autoridad sobre los miembros de la iglesia.

De esta manera también es importante resaltar que toda autoridad del pastor procede de la palabra de Dios, de la verdad de Cristo. Existen situaciones en las que el pastor tendrá que emitir su opinión como líder de la iglesia, pero cuando se trata de asuntos espirituales siempre debe recurrir a la palabra.

Así que una iglesia puede trabajar en conjunto para determinar el tipo de música que van a usar o edificio en el cual se van a congregar. Pero el pastor puede abordar con autoridad temas para la exhortación de su iglesia como exponer el problema del orgullo, la arrogancia, la envidia, entre otros temas que ayudan a la edificación de los miembros.

En este sentido la autoridad del pastor, debe estar encaminada a la autoridad de Cristo, debe estar basada en la Palabra. No puede haber un abuso de autoridad porque cada líder dará cuenta por su labor en este mundo. Ciertamente no es fácil ejercer tal responsabilidad el Espíritu Santo, se encargará de ayudarlo, exhortarlo y guiarlo para que pueda hacer la obra de Dios aquí en la tierra.

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