Estudio Bíblico De Nehemías 1

Por primera vez en más de 50 años, las murallas de Jerusalén fueron reconstruidas. Es una historia asombrosa, que ha marcado nuestra historia y nuestra teología durante siglos. Pero hay mucho más que eso.

Dios usó el liderazgo de Nehemías para restaurar a su pueblo, pero también usó a Nehemías como un recipiente a través del cual podía enseñarnos a todos cómo debemos orar. Exploremos juntos algunas lecciones clave de Nehemías 1:

Índice de Contenido
  1. El escenario de Nehemías 1
  2. La primera oración de Nehemías
  3. Considera lo que Dios ha hecho
  4. Ora por toda la situación, no sólo por tu parte en ella
  5. Deja que la palabra de Dios guíe tus oraciones
  6. Conclusión:

El escenario de Nehemías 1

Nehemías 1 es el primer capítulo del Libro de Nehemías. El libro forma parte de las Escrituras Canónicas, que son libros que se consideran divinamente inspirados por Dios.

La Biblia se divide en dos secciones: Libros históricos y libros proféticos. Los Libros Históricos incluyen el Génesis, el Éxodo, el Levítico, los Números y el Deuteronomio; mientras que los Libros Proféticos consisten en:

Josué; Jueces; Rut; 1 Samuel (1 Reyes); 2 Samuel (2 Reyes); 1 Crónicas (Crónicas); 2 Crónicas (Esdras-Nehemías), así como Esdras-Nehemías.

La primera oración de Nehemías

Se puede aprender mucho sobre la oración leyendo el primer capítulo de Nehemías. La oración de Nehemías es un modelo que todos debemos seguir, ya que demuestra cómo debe ser una oración buena, humilde y centrada.

  • 1:5-9 - El enfoque de Nehemías estaba en Dios. No oró por sí mismo ni pidió bendiciones o protección contra el peligro; en cambio, oró para que Dios escuchara y perdonara los pecados de su pueblo (v. 5).
  • 1:10-11 - Nehemías se humilló ante Dios cuando reconoció su propia indignidad para dirigir el esfuerzo de reconstrucción (v. 10). Además, reconoció que incluso si fuera lo suficientemente digno a sus propios ojos para hacer una tarea tan importante (lo que claramente no era cierto), sólo había un verdadero líder que podía dirigir esta obra: Jesucristo (v 11).
  • 1:12-13 - Finalmente, Nehemías se centró en el carácter de Dios al pedirle que bendijera a los que trabajaban en este proyecto con sabiduría y valor para que no se dejaran intimidar por sus enemigos ni se distrajeran de su misión por el miedo o el desánimo.

Considera lo que Dios ha hecho

Lo primero que hay que tener en cuenta al estudiar Nehemías 1 es lo que Dios ha hecho por ti, personalmente. ¿Alguna vez has sido parte de un grupo que estaba luchando y necesitaba ayuda?

Tal vez usted estaba pasando por tiempos difíciles y la gente se acercó para ayudarle. Ahora que vamos a leer cómo Nehemías regresó del exilio, pensemos también en cómo Dios ha sido nuestro ayudante a lo largo de nuestras vidas.

A continuación, consideremos lo que Dios ha hecho por nosotros en el presente. La verdad es que no podemos hacer nada sin Él (Juan 15:5). Él nos da fuerza, guía y sabiduría a diario cuando tomamos decisiones que nos afectan a nosotros mismos y a los demás que nos rodean (1 Corintios 2:10-16).

Pero hay veces en que incluso las cosas que parecen pequeñas o insignificantes pueden causar una gran alegría porque muestran lo mucho que Él se preocupa por nosotros como Sus hijos (Mateo 7:7-8).

Piensa en algunas bendiciones recientes en tu vida; tal vez sean cosas como encontrar 20 dólares en el suelo mientras caminas por la calle o recibir un regalo inesperado de alguien que ni siquiera sabe que será útil en el futuro. Cuando dejamos de preocuparnos tanto por nosotros mismos, es más fácil darse cuenta de lo increíble que es Dios.

Ora por toda la situación, no sólo por tu parte en ella

Ora por toda la situación, no sólo por tu parte. Ora por las personas involucradas: Nehemías, Esdras, el pueblo judío que aún está en cautiverio. Ora también por sus familias y amigos que los dejaron atrás cuando se vieron obligados a abandonar Israel.

Ora por la propia ciudad de Jerusalén: que Dios les conceda el favor de todos los que les rodean para que puedan reconstruirla (1:6).

Ora también para que Dios bendiga a su pueblo con sabiduría y entendimiento mientras llevan a cabo esta tarea de reconstruir Jerusalén (1:10-11).

Oremos por los países y naciones vecinas, como Babilonia, Persia, Egipto y Grecia, para que no interfieran en esta tarea; pero si lo hacen, oremos para que Dios los juzgue (1:12-14).

¡Continúe orando por las naciones que nos rodean mientras estudiamos este libro a lo largo de nuestros días en casa o en la iglesia!

Deja que la palabra de Dios guíe tus oraciones

En el primer capítulo de Nehemías, vemos que Dios da a su pueblo instrucciones específicas para la oración. Les dice que "oren con el corazón", y luego añade: "y guíense por las Escrituras".

Vamos a desglosar esto un poco:

  • Orar con el corazón significa que lo que estás orando es algo que te conmueve a nivel emocional, es algo importante para ti personalmente.
  • Guiarse por las Escrituras significa que lo que estás orando ha sido probado como verdadero en la Biblia, no sólo de manera personal sino también histórica y espiritualmente (ver Salmo 119:105). La lectura de versículos como los anteriores nos ayudará a saber cómo quiere Dios que oremos.

Conclusión:

Nehemías 2:4-9 nos da una idea del tipo de oración que era más eficaz. El pueblo estaba muy afligido porque no tenía trabajo y necesitaba comida (Nehemías 2:10). Clamaron a Dios y le pidieron que interviniera en su favor.

Nehemías no oró por sí mismo o por su propia situación; oró por toda la comunidad. Dijo: "El Señor Dios esté con vosotros".

Esta es una declaración muy general que puede aplicarse a cualquier situación, pero fue especialmente apropiada en este momento particular de la historia porque se convirtió en la provisión de Dios para su pueblo.

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