El Poder Sanador De Dios
Cuando la vida es dura, es importante recordar que hay formas de sentirse mejor. Si buscas una forma natural de mejorar tu estado de ánimo, prueba con un poco de fe. No es una broma: Muchas personas han descubierto que rezar puede ayudarles a controlar el estrés y la ansiedad, incluso si no creen en Dios. Hay muchos estudios sobre la religión y la salud (y la relación entre ambas), pero éste se centra específicamente en cómo la oración afecta a las personas con trastornos mentales como la depresión o la ansiedad.
Entonces, ¿qué significa cuando digo "en tono amistoso"? Bueno, en este caso significa que estamos escribiendo una introducción que es suave y acogedora. Queremos que nuestros lectores sepan que este tema será divertido y fácil de tratar, en lugar de algo pesado o difícil de entender para todos nosotros mientras lo escribimos juntos.
Dios tiene el poder de curar.
Dios es el creador de todas las cosas, incluido usted. También es omnipotente y omnisciente. Esto significa que su conocimiento incluye todo lo que existe, pasado, presente y futuro, y que tiene pleno poder sobre todo en todo momento. Además de su omnipotencia (o poder ilimitado) y omnisciencia (que todo lo sabe), Dios también es incapaz de equivocarse o pecar.
Por lo tanto, se deduce que si hubiera algo malo en tu cuerpo o en tu mente, entonces Dios sería capaz de sanarlo, ¡porque no hay límite a Sus capacidades! De hecho, el deseo de Dios de que estemos sanos tanto física como espiritualmente se enfatiza en toda la Biblia:
Romanos 8:11
Entonces, ¿cómo puedes saber si estás experimentando el poder sanador de Dios? Puedes estar seguro de que si has sido liberado del poder del pecado y sus consecuencias por la gracia de Dios (Romanos 5:20), entonces tu cuerpo también está siendo renovado, sanado y restaurado por Él.
Dios no sólo quiere que seamos sanados físicamente; también quiere nuestros corazones. Él nos dará lo que necesitamos para ser íntegros en cada área de la vida, si confiamos en Él lo suficiente como para soltarlo y dejar que lo haga a su manera.
Dios sana porque nos ama.
Cuando se piensa en ello, la curación es una de las cosas más poderosas que Dios puede hacer. Después de todo, si Él nos sanara, estaríamos libres del dolor y del sufrimiento para siempre. Por eso la curación es tan importante para Dios: nos ama tanto que quiere sanarnos para que no sigamos haciéndonos daño a nosotros mismos o a los demás.
Pero, ¿por qué quiere Dios que nos sanemos? Bueno... ¡porque nos ama! Verás, cuando nacimos en este mundo (e incluso antes), Dios sabía que íbamos a tener problemas con nuestra salud o con nuestro cuerpo de alguna manera; esto se debe al pecado que entró en nuestras vidas cuando Adán comió la fruta del árbol prohibido en el Jardín del Edén (Génesis 3). Sin embargo, estos problemas no son permanentes; sólo duran mientras vivamos en la tierra hasta que Jesús regrese de nuevo en algún momento de nuestra vida.
Mateo 7:7-12; Juan 16:23-24
El poder de Dios para sanar tiene límites. Quiere que sepamos que Él es el gran sanador, pero también quiere que entendamos que su sanación divina tiene sus limitaciones. Dios nos ama y quiere lo mejor para nosotros, incluyendo su curación divina.
Necesitamos entender cuáles son esas limitaciones y cómo pueden ser superadas por la fe en el poder y la bondad de Dios hacia ti. La curación divina de Dios está limitada por tu fe en ella o por tu falta de fe (Mateo 7:7-12; Juan 16:23-24). Debes creer para que funcione para ti (Marcos 11:22-24).
La oración es una parte importante de la curación.
La oración es una parte importante de la curación. La oración es una forma de comunicarse con Dios. Demuestra que confías en él, le das las gracias y le pides ayuda. La Biblia nos dice en el Salmo 27:13 "Habría perdido el ánimo, si no hubiera creído que vería la bondad de...".
En otras palabras, si no has confiado en Dios y no te has apoyado en él, será difícil seguir adelante cuando las cosas sean difíciles o te sientas asustado o con miedo, pero una vez que aprendamos lo poderosa que puede ser la oración, aprenderemos lo mucho que Dios nos ama realmente y quiere que nos sanemos, no sólo físicamente, sino también emocional y espiritualmente, porque quiere que todos vivamos felices para siempre, sin más dolor ni penas.
Santiago 5:14; 1 Tesalonicenses 5:17
La Biblia contiene cientos de pasajes que describen el poder de Dios para sanar. Aquí hay sólo dos ejemplos:
- Santiago 5:14, "¿Está alguno de vosotros enfermo? Que llame a los ancianos de la iglesia, y que ellos oren sobre él, ungiéndolo con aceite en el nombre del Señor; y la oración ofrecida con fe restaurará al enfermo, y el Señor lo resucitará."
- 1 Tesalonicenses 5:17-18 (NVI), "Orad continuamente para que podáis escapar de todas estas cosas que van a suceder, y para que podáis estar en pie ante el Hijo del Hombre."
El poder de Dios para sanar tiene límites.
El poder de Dios para sanar tiene límites. Él puede hacer milagros, pero sólo dentro de los parámetros de su voluntad y de acuerdo con su propósito. Como cualquier hombre o mujer, Dios está limitado en lo que puede hacer.
La Biblia dice que "con Dios todo es posible" (Mateo 19:26), pero no dice que todo es posible para nosotros. La curación es un ejemplo de algo que podríamos querer de Dios y que Él no considera necesario para nuestro crecimiento espiritual o salvación eterna.
Dado que la curación tiene implicaciones y consecuencias espirituales, hay casos en los que puede retrasarse hasta después de la muerte (1 Corintios 11:30-32). El propio Señor Jesucristo le dijo al apóstol Pablo que había ciertas cosas sobre las que se le había dado autoridad mientras vivía en la tierra, pero sobre las que ya no tenía autoridad después de la muerte (1 Corintios 15:24).
Al discutir este asunto con sus compañeros creyentes en Corinto -una ciudad llena de ídolos- Pablo les advirtió que no esperaran demasiado de la vida aquí en la tierra porque, en cambio, necesitarían todas sus facultades intactas cuando llegaran al cielo.
Dios siempre quiere lo mejor para ti.
Dios te ama y quiere lo mejor para ti. Dios siempre quiere lo mejor para ti. Dios quiere que seas sano, feliz, exitoso y sabio. También quiere que seas bueno en lo que haces y te ayudará a ser bueno en ello si ese es tu deseo.
Conclusión
Y ahí lo tienes. Éstas son sólo algunas de las muchas maneras en que Dios puede sanarnos en nuestra vida diaria. La clave es estar abierto y receptivo al poder de Dios y permitirte recibir su amor y su curación a través de la oración, la meditación u otras prácticas espirituales. No necesitas rituales extravagantes ni ceremonias especiales; todo lo que necesitas es tu corazón y tu mente centrados en la presencia de Dios en tu vida, ¡y luego observa lo que sucede!
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