El Movimiento Apostólico Y Profético

El movimiento apostólico y profético es uno de los muchos movimientos del cristianismo evangélico actual. Este movimiento pone especial énfasis en los oficios restaurados de apóstol y profeta como parte del quíntuple ministerio de Dios. Este énfasis en la profecía, la sanación y los milagros se denomina a veces continuismo o dones de señales.

La iglesia en general -particularmente entre los protestantes de la línea principal- no acepta algunas de las afirmaciones hechas por los apóstoles y profetas dentro de este movimiento. Algunos críticos han afirmado que estos ministerios funcionan más como un esquema piramidal que como oficios apostólicos legítimos. Algunos críticos cristianos han señalado que los requisitos para la correcta identificación como apóstol parecen ser tan amplios que casi no tienen sentido.

Movimiento Apostólico Y Profético

Índice de Contenido
  1. El movimiento apostólico y profético
  2. Este énfasis en la profecía, la curación y los milagros se denomina a veces continuismo o dones de señales.
  3. La iglesia en general
  4. Según críticos, estos ministerios funcionan más como un esquema piramidal que como cargos apostólicos legítimos.
  5. Según críticos, los requisitos para la correcta identificación como apóstol parecen ser tan amplios que casi no tienen sentido.
  6. El Movimiento Apostólico y Profético es uno de los muchos movimientos dentro del cristianismo evangélico actual.
  7. Conclusión

El movimiento apostólico y profético

Se trata de un movimiento evangélico y carismático que pone especial énfasis en los oficios restaurados de apóstol y profeta como parte del quíntuple ministerio de Dios. Comenzó en las décadas de 1960 y 1970, cuando varias iglesias independientes empezaron a adoptar este enfoque del liderazgo eclesiástico. El movimiento fue bautizado por David du Plessis, que dirigía el Centro Cristiano de Durban. Las principales creencias son:

  • Que todos los creyentes están llamados a ser apóstoles (en el sentido de ser enviados) por Jesucristo;
  • Que todos los creyentes están llamados a ser profetas;
  • Que hay una sola Iglesia verdadera para todos (en lugar de denominaciones).

Este énfasis en la profecía, la curación y los milagros se denomina a veces continuismo o dones de señales.

Este énfasis en la profecía, la curación y los milagros se denomina a veces continuismo o dones de señales. El término "dones de señales" se refiere a los dones de sanación, profecía y milagros, así como a las lenguas.

Los teólogos se refieren a este movimiento como continuismo porque creen que estos dones espirituales todavía están en uso hoy en día.

La iglesia en general

Esta iglesia particularmente entre los protestantes de la línea principal- no acepta algunas de las afirmaciones hechas por los apóstoles y profetas dentro de este movimiento.

La iglesia en general -particularmente entre los protestantes de la línea principal- no acepta algunas de las afirmaciones hechas por los apóstoles y profetas dentro de este movimiento. Si una persona piensa que Dios le ha hablado directamente, es natural que crea que sus palabras tienen tanta autoridad como las de cualquier otro líder religioso. Sin embargo, la corriente principal del cristianismo moderno sólo reconoce una fuente de autoridad: Las Escrituras (la Biblia).

Cuando alguien afirma que existe una revelación divina sin ofrecer apoyo bíblico, está creando un dogma en lugar de seguir únicamente las Escrituras como guía última para la fe y la práctica.

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Según críticos, estos ministerios funcionan más como un esquema piramidal que como cargos apostólicos legítimos.

Algunos críticos han afirmado que estos ministerios funcionan más como un esquema piramidal que como cargos apostólicos legítimos. Estos críticos alegan que los líderes de estos ministerios utilizan su autoridad para asegurar ganancias financieras para ellos mismos a través del evangelio de la bendición y la prosperidad, que enseña que Dios bendecirá a aquellos que dan a sus ministros financieramente. Afirman que este comportamiento es manipulador, engañoso y poco ético, y que contradice las enseñanzas de Jesucristo.

También argumentan que, como no se exigen cualificaciones formales para los puestos ministeriales dentro de dichas iglesias, cualquiera puede convertirse en "apóstol" o "profeta" sin ninguna formación o educación adecuada; creen que esta falta de cualificación abre la puerta al abuso por parte de los líderes, que pueden explotar a sus seguidores para su beneficio personal.

Estos críticos señalan que muchos apóstoles y profetas no son miembros de las principales denominaciones con estructuras establecidas para ordenar a los miembros del clero; en cambio, suelen pertenecer a iglesias independientes con afiliaciones religiosas poco sólidas en el mejor de los casos (si es que las hay). Como tales, carecen de la supervisión de las autoridades eclesiásticas, como obispos o presbíteros (diáconos).

En cambio, cuando alguien se ordena como ministro en las denominaciones dominantes, como el catolicismo o el protestantismo, debe asistir a un seminario antes de que se le permita trabajar a tiempo completo en el ministerio, para aprender no sólo a predicar, sino también a atender mejor las necesidades espirituales de su congregación mediante sesiones de asesoramiento, etc.".

Según críticos, los requisitos para la correcta identificación como apóstol parecen ser tan amplios que casi no tienen sentido.

Es importante que te des cuenta de que el movimiento apostólico y profético no es tan grande como algunos pretenden, ni es tan influyente como algunos afirman. El movimiento no tiene la misma cantidad de influencia en la iglesia más amplia como algunos pueden pensar.

Por ejemplo, aunque muchas personas de este movimiento se empeñan en decir lo extendidas que están sus perspectivas a través de las líneas denominacionales, hay relativamente pocos pastores que realmente se identifican con él, y este número no ha aumentado mucho con el tiempo. Incluso si se contara a todos los que se identifican con este enfoque (que no es el caso), seguirían representando sólo el 2% de las iglesias de Estados Unidos.

El Movimiento Apostólico y Profético es uno de los muchos movimientos dentro del cristianismo evangélico actual.

En definitiva, no hay forma de saber qué depara el futuro al cristianismo evangélico. El movimiento profético es sólo uno de los muchos movimientos del cristianismo evangélico actual. Se trata de un pequeño pero creciente subconjunto de evangélicos que están avanzando hacia su propia comprensión de la voluntad de Dios para ellos y sus iglesias.

Conclusión

En conclusión, el movimiento apostólico y profético es un tema interesante. Hemos cubierto mucho terreno en este tema y espero que hayas disfrutado leyendo sobre él tanto como yo lo hice investigando. Si hay algún aspecto de este movimiento que no hayamos discutido y que sea importante para ti, no dudes en ponerte en contacto conmigo para que podamos hablar más de ello.

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