El dolor de hoy mañana será pasado – El crecimiento diario del cristiano
El dolor de hoy pasará mañana, porque es un promesa que Dios nos hace, donde convertirá nuestra tristeza en gozo. Por lo general el individuo vive sumergido en situaciones pasadas ya sean dolorosas o no, al vivir diariamente un error se le da poder al enemigo, no avanzando en su vida espiritual y carnal, cada segundo en la vida de un individuo es nuevo y trae, cosas maravillosas por vivir o resolver, por ello solo el presente cuenta y debemos aprovecharlo.
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El dolor de hoy pasará mañana – El crecimiento diario del cristiano
En Filipenses 13:14-15 el apóstol Pablo dijo: “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” y es por eso que el dolor de hoy pasará mañana, no debemos olvidar cuál es la meta del cristiano.
Sin embargo hemos sido hechos para aprender rápido, tomar lo bueno desechar lo malo, eso no quiere decir que nos convirtamos en seres insensibles, para nada, lo que se desea es que no se sumerja en el dolor que solo le hace daño y no le deja disfrutar de todo lo que Dios tiene preparado para usted, levántese sea valiente y tome lo bueno de cada situación.
El apóstol Pablo nos ha demostrado que solo se puede considerar ganador aquel que lucha incansablemente, a tiempo completo por vivir el presente dejando el pasado atrás, porque como ya sabemos, el dolor de hoy mañana pasará mañana, donde debe estar, cuando vivimos el presente le hacemos una plataforma al futuro sin vivir en él, pero de cierta manera preparamos el terreno.
Es importante tener claro que lo ideal es vivir el presente, no seguir sumergido en un pasado doloroso que nos hace daño, que no nos deja avanzar, y si nos dedicáramos a vivir el futuro nuestra ansiedad también nos estancaría porque viviríamos sobre un terreno falso, Dios, le regala todos los días, un día nuevo exclusivamente para usted, por qué seguir en el pasado.
Cada minuto es valioso
Aún existen muchas almas a las que debemos predicarle la palabra de Dios, si seguimos sumergidos en el pasado, nos estamos perdiendo esa gran oportunidad y si algún ser que lo rodea le toca partir de este plano terrenal, se dará cuenta de que el dolor de hoy pasará mañana, y no hizo lo que Jesús nos ha mandado hacer, usted está perdiendo la oportunidad de predicar.
Si bien es cierto que Jesucristo vino a salvar a nuestra alma, también es cierto que no dio ejemplo de cómo aprovechar cada milésima de segundo de nuestras vidas, se imagina si nuestro Señor Jesucristo viviera sumergido en el dolor que le causaron nuestros antepasados y nosotros, quién salvaría nuestra alma, quién haría la voluntad de Dios, quién nos amaría hasta el infinito.
El tiempo es un recurso no renovable, por eso hay que internalizar y comprender que el dolor de hoy pasará, porque todos los días trae algo nuevo que vivir, es como si usted, no comiera el resto de su vida porque ya comió al nacer, créame morirá, o es como si usted recibe a Cristo en su corazón y se empeña en que no leerá la biblia ni conocerá de Dios porque ya es suficiente con ello.
Se estanca no avanza, desde el punto de vista espiritual recibimos a Cristo, tenemos fe en él y leemos su palabra porque es la manera de conocer a Dios y de crecer, avanzar en nuestro camino con Jesús, debemos avanzar día a día, el pasado es eso pasado no volverá jamás, debemos ser buenos administradores con cada segundo de vida que tengamos.
El único que tiene poder sobre la vida y la muerte es Dios, es decir él la quita, él la da, por ello nuestro Señor Jesucristo, como hijo de Dios sabía que cada segundo era importante para poder hacer lo que Dios le mando, una vez cumplido el objetivo dijo: Juan 19:30 “Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu”.
La única forma de que cada uno de nosotros podamos sentir que al final de nuestra vida diremos consumando fueron nuestros tiempos, en la tierra como Dios nos ha mandado es viviendo el presente, porque el dolor de hoy mañana será pasado, es como si un vaso de agua se le derrama, nunca llenar el vaso como antes, pero si podrá hacer algo bueno y agradable con lo que queda.
Somos administradores
Cada siervo de Dios debe administrar el tiempo para que a su vez multiplique los dones que este le ha entregado por medio del Espíritu Santo, qué le dirá usted a Dios, cuando entregue sus cuentas, recuerde que es mandato multiplicar todo lo que el Padre Celestial nos ha dado, no pierda su tiempo porque el dolor de hoy pasará mañana, y la vida continua.
Si es de las personas que le cuesta salir del pasado doloroso, entonces pídale a Cristo que le ayude, él no lo dejará en ese estancamiento, pídale de corazón con fe, no es el único que pudiera tener esa debilidad, el salmista David, le pedía al Padre en el Salmo 31:15 “En tu mano están mis tiempos; Líbrame de la mano de mis enemigos y de mis perseguidores.” Encomendémonos a Dios.
El rey David, sabía que su vida era regida por la misericordia y el favor de Dios, al igual que la nuestra, tenemos la oportunidad de hacer las cosas bien hechas, de multiplicar lo que Dios nos ha dado ya sean dones, talentos, y estancados en el pasado no lo lograremos jamás, recuerde el dolor de hoy pasará mañana, salte ese obstáculo y avance hacia la meta que es Cristo.
Si Dios nos ha regalado el tiempo, la vida, todo en la naturaleza, podemos empezar retribuyéndole ese gran amor, dedicándole una parte de ese tiempo ya sea predicando, amando a nuestro prójimo, puedes empezar por una hora de oración diaria, pero empieza con algo, multiplica tus talentos, dones, virtudes, pero has algo no te quedes en el pasado, ya sea doloroso o no.
Para concluir, todos pasamos por momentos difíciles en la vida, unos más fuertes que otros, pero todos superables, cuando nos sumergimos en el pasado ya sea doloroso o no, nos quedamos estancados perdiendo el tiempo, no se trata de que algo te duela o no, es cuestión de superarlas, y valorar el tiempo que Dios nos regala porque los minutos que pierda no los recuperará.
El presente es hoy, viva como si se fue a morir en unos segundos, pero viva con Dios, a su lado sin dañar sin dañarse es hora de predicar, de orar, de alabar al altísimo, de dar consuelo, alegría esperanzas, usted es un hijo de Dios, y todo lo puede en Cristo que lo fortalece, levántese sea valiente y enfrente a la vida con su mejor cara y ánimo, usted puede.
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Dra. Mercedes Pérez Sarrameda.
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