Cuidado Con La Arrogancia Estudio Bíblico
Es peligroso ser arrogante. La arrogancia puede cegarnos a la verdad sobre nosotros mismos y sobre los demás, haciéndonos tomar malas decisiones que nos alejan de Dios. Por lo tanto, debemos cuidarnos de la arrogancia buscando constantemente una actitud humilde hacia nosotros mismos y hacia los demás. ¡Exploremos algunas de las formas en que esto puede ocurrir!
Cuidado con la arrogancia.
La arrogancia es un pecado. También es una forma de orgullo, y suele ir acompañada de otros pecados como la ira y la rebeldía. La arrogancia es cuando te crees mejor que los demás por tus habilidades o tu apariencia; es lo contrario de la humildad.
Si eres arrogante, significa que no necesitas a nadie ni nada más para tener éxito en la vida: ¡todo depende de ti! Usted puede trabajar duro en algo pero no reconocer a Dios como la fuente de su éxito o habilidad para hacer lo que necesita para Su gloria solamente.
Este tipo de pensamiento autosuficiente nos aleja de Dios en lugar de acercarnos a Él, porque Él nos da todo lo que necesitamos para vivir rectamente ante Él (1 Pedro 5:5).
Es mejor ser fiel que tener éxito.
Ser fiel o no, esa es la cuestión. Pero lo tenemos al revés. Es mejor ser fiel que tener éxito. El éxito va y viene, pero la fidelidad dura para siempre. La fidelidad es un mejor indicador del carácter de una persona que el éxito porque apunta a su corazón y no a su cabeza, que puede cambiar bajo presión o tentación. La Biblia nos dice que Cristo fue fiel incluso cuando la gente se volvió contra él (Mateo 26:31).
Fue fiel cuando sabía lo que pasaría si no se apartaba de su misión (Marcos 14:28). Y siguió siendo fiel cuando sus amigos más cercanos le abandonaron (Juan 13:18). Su fidelidad no se basaba en las circunstancias, sino que procedía de una convicción interior que le llevaba a hacer lo correcto, independientemente de lo que los demás pensaran o dijeran de él.
Si quieres conocer el verdadero carácter de alguien, no te fijes en cuánto dinero gana o cuántos premios recibe; fíjate en la fidelidad con la que sirve a Dios cada día, amándole con todo su corazón y utilizando los dones que Él le ha dado para bendecir a otros en Su nombre.
Sé humilde ante el Señor.
Hay muchas formas de ser humilde ante los demás. Por ejemplo, puedes ser humilde cuando estás en presencia de una persona que es mejor que tú y tiene más experiencia, conocimientos o talento que tú. O tal vez hay alguien que tiene algo que tú aún no tienes.
En estas situaciones, es importante aprender de ellos sin sentirte inferior a ellos, porque son personas especiales con dones y talentos únicos. Lo mismo se aplica cuando se trata de ser humildes ante nosotros mismos: si queremos la bendición de Dios en nuestras vidas, ¡debemos estar dispuestos a que Él nos quite nuestro orgullo para que nos llene de su Espíritu!
Sé humilde ante Dios pidiéndole perdón por cualquier cosa que nos impida devolver la gloria sobre nosotros mismos cada día a través de la adoración en oración, así como la gratitud hacia las bondades de los demás hacia nosotros....
Sométete a Dios.
Puede ser útil pensar en esta sección como un reto para evitar la arrogancia, porque Dios tiene el control en última instancia y tú no sabes lo que te tiene reservado. No tiene sentido presumir de tus logros o tratar de recibir alabanzas de los demás; es mejor someterse con humildad y proclamar simplemente que Dios es digno de toda la gloria.
Dicho esto, la Biblia ofrece algunos consejos específicos sobre cómo no ser arrogante:
- No te jactes de ti mismo ni de tus logros (Proverbios 27:2).
- No actúes con presunción (1 Corintios 13:4)
- No seas egoísta (Romanos 12:3-8)
Adora a Dios solo.
Amar y adorar sólo a Dios es ser una persona humilde. En el Nuevo Testamento, la humildad se define como "la cualidad de ser humilde". Es así de simple: una persona que es humilde tiene una baja opinión de sí misma.
- Amar a Dios significa tener un profundo sentido de respeto por Dios y conocimiento de quién es realmente.
- Adorar a Dios significa honrarlo porque sabes lo grande que es.
Ahora que hemos cubierto lo que significa amar y adorar a Dios solo, echemos un vistazo a algunas formas prácticas en que podemos hacer esto en nuestras vidas:
Cuídate de la arrogancia y sométete a Dios en su lugar.
Permite que la gravedad de este mensaje se hunda. Cuídate de la arrogancia, y en su lugar sométete a Dios. Hay mucho en juego, pero no es demasiado complicado si te aplicas.
Conclusión
La Biblia es un gran libro, y todos deberíamos animarnos a leerla. Pero si eres arrogante con la Biblia, entonces caerás en muchas tentaciones y pecados. No puedes leer la Biblia por diversión o decir que es tu libro favorito porque sólo hace falta un versículo fuera de contexto para estar completamente equivocado.
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