Cómo Disfrutar De La Presencia De Dios
"¿Dónde puedo encontrar la presencia de Dios en mi vida?" Esta es una pregunta que nos hacemos a menudo. La respuesta es sencilla: estás aquí y ahora. Dios quiere estar contigo y anhela que busques su rostro, pero depende de ti si le permites o no entrar en tu vida y en tu corazón.
Sin embargo, al estudiar la Biblia, encontramos muchos ejemplos de personas que disfrutaron de la presencia de Dios a diario. Aprendemos cómo encontraron este lugar secreto dentro de ellos mismos donde podían ir y estar en comunión con el Señor cuando lo deseaban.
Descubrimos cómo estos hombres y mujeres utilizaban este lugar especial cuando los tiempos eran difíciles: cuando el sufrimiento se presentaba en su camino; cuando las penas los rodeaban; cuando las presiones se acumulaban contra ellos; cuando las dudas entraban en sus mentes-o cuando se sentían guiados a hacer algo sobre su situación que nadie más entendería o estaría de acuerdo.
- La presencia de Dios es el lugar secreto del Altísimo.
- La presencia de Dios es el lugar donde podemos encontrar sombra.
- La presencia de Dios es un lugar de alegría.
- La presencia de Dios es el lugar donde podemos escuchar su voz y recibir dirección.
- La presencia de Dios es el lugar donde somos fortalecidos para hacer lo que es correcto sin importar lo que otros digan.
- La presencia de Dios es el lugar donde encontramos la paz de nuestros problemas.
- La presencia de Dios es el lugar donde podemos encontrar gracia, favor y bendición.
- Sólo en la presencia de Dios podemos experimentar la verdadera adoración que Él desea.
- Busca la presencia de Dios
- Conclusión
La presencia de Dios es el lugar secreto del Altísimo.
La presencia de Dios es un lugar de intimidad. Es el lugar donde podemos encontrar descanso de las preocupaciones de este mundo, paz en nuestras relaciones y fuerza para los desafíos que nos esperan. La presencia de Dios es el lugar donde encontramos protección y provisión para nuestra vida diaria.
La Biblia dice: "Tú eres mi escondite; tú me protegerás de los problemas" (Salmo 32:7). Dios dice que se deshará de todos tus enemigos si te escondes bajo su ala (Salmo 91:4).
La presencia de Dios es el lugar donde podemos encontrar sombra.
La presencia de Dios es un lugar de refugio. "A esto habéis sido llamados, porque Cristo padeció por vosotros, dejándoos un ejemplo, para que sigáis sus pasos" (1 Pedro 2:21). En medio del sufrimiento, no hay mejor refugio que la persona y la presencia de Jesucristo.
La presencia de Dios es también un lugar de descanso. "Venid a mí todos los que estáis fatigados y cargados, y yo os haré descansar" (Mateo 11:28). El Señor promete a su pueblo el descanso de sus trabajos y desafíos cuando acuden a él con fe a través de la oración y la adoración.
Además de ser un lugar donde podemos encontrar sombra de las tormentas de la vida, la presencia de Dios nos da seguridad de nuestros enemigos con su poderosa defensa contra cualquier enemigo que venga contra nosotros - ¡tanto espiritual como físico!
La presencia de Dios es un lugar de alegría.
La Biblia dice que debemos cantar alabanzas al Señor y alegrarnos (Salmo 100:2). El escritor de Hebreos nos dice que Jesús es nuestra "alegría" (Hebreos 12:2). La presencia de Dios es de alegría. Elevará tu corazón, te hará sonreír y te dará paz en tu alma.
Dios ha prometido que nunca nos dejará ni nos abandonará (Deuteronomio 31:6). Promete seguridad y protección (Juan 14:18). Tenemos un lugar donde podemos ir y sentirnos seguros: ¡nos ha dado su promesa!
La presencia de Dios es el lugar donde podemos escuchar su voz y recibir dirección.
La presencia de Dios es el lugar donde podemos escuchar su voz y recibir dirección. Dios nos habla de muchas maneras, y es nuestra responsabilidad aprender a discernir su voz del ruido de este mundo.
- La primera forma en que Dios habla es a través de su Palabra, la Biblia. Tenemos un ejemplo de esto en Deuteronomio 18:9-14:
"Cuando entres en Canaán, que te voy a dar como tierra propia, presta atención a lo que te mando hoy... Cuando un profeta hable en mi nombre y yo no haya hablado a través de él o ella, entonces ese profeta ha hablado por su propia cuenta o ha sido engañado por algún otro espíritu... Por sus frutos los conoceréis".
- Otra forma en la que Dios habla es a través de la revelación personal: esa vocecita tranquila dentro de cada uno de nosotros (1 Reyes 19:12; Isaías 30:21). Esta revelación llega después de que hayamos orado pidiendo entendimiento (Ef 6:18), cuando estamos tranquilos ante Él (Sal 46:10) permitiéndole hablar a nuestro corazón (Prov 2:3).
La presencia de Dios es el lugar donde somos fortalecidos para hacer lo que es correcto sin importar lo que otros digan.
Es un lugar donde se puede encontrar la paz de los problemas y ser capaz de escuchar la voz de Dios. Es un lugar de fortaleza, donde podemos hacer lo que es correcto sin importar lo que otros puedan pensar o decir. Es el lugar donde Dios quiere que estemos para que nos dé su poder y sabiduría para que podamos hacer su trabajo aquí en la tierra.
La presencia de Dios es el lugar donde encontramos la paz de nuestros problemas.
La presencia de Dios es el lugar donde podemos encontrar la paz de nuestros problemas, miedos, preocupaciones y dolor. El Señor le dice a Jeremías en el capítulo 17:7 "Bienaventurado el hombre que confía en el Señor y cuya esperanza está en él". Si confías en Dios, Él te ayudará con todas tus necesidades y problemas.
En el Salmo 91:1-2 dice: "El que habita en el lugar secreto del Altísimo permanecerá bajo la sombra del Todopoderoso". Cuando conozcamos el amor de Dios por nosotros (1 Juan 4:16), entonces podremos confiar completamente en Él cuando enfrentemos pruebas o dificultades.
La presencia de Dios es el lugar donde podemos encontrar gracia, favor y bendición.
Hay muchas razones por las que debemos vivir en la presencia de Dios. La primera es porque es el lugar donde podemos encontrar la gracia. La gracia es una bendición inmerecida que viene de Dios, dada a una persona; ésta no tiene derecho a recibirla, pero la recibe de todos modos. La gracia es un don de amor y misericordia que nos permite ser perdonados de nuestros pecados y redimidos en el reino de Cristo.
Dios vive en su gloria, lo que significa que vive por encima de todas las cosas en el cielo, la tierra o el infierno (ver Salmos 93:1-2). Él creó todo y a todos, incluyendo a usted, ¡porque lo ama mucho! Dado que nos creó por amor a nosotros, entonces por naturaleza también hemos sido creados con este mismo tipo de amor por los demás (ver Juan 13:34-35).
Esto significa que si usted peca contra otra persona a propósito, entonces esta persona tiene ahora una causa no sólo contra ella sino también contra USTED. Tarde o temprano habrá consecuencias de tus acciones, ya sean buenas o malas (ver Eclesiastés 7:14). Sin embargo, si alguien hace algo bueno hacia otra persona, ya sea accidentalmente o intencionalmente, entonces siempre habrá consecuencias por su acción, que podría incluir la recompensa/bendición de hacerlo.
Sólo en la presencia de Dios podemos experimentar la verdadera adoración que Él desea.
La adoración es una respuesta al amor de Dios. Es nuestra respuesta a su bondad, misericordia, fidelidad y gracia. Es porque Él nos amó primero que nosotros podemos amarlo a su vez. La adoración es más que nuestras palabras o canciones; es una actitud del corazón (Salmo 100:2). La adoración debe provenir de lo más profundo de nuestro ser (Éxodo 15:11). Debe ser sincera (1 Samuel 16:23).
Busca la presencia de Dios
La presencia de Dios es un don, y es una elección. Puedes elegir buscar la presencia de Dios, o puedes elegir no hacerlo. Pero si quieres lo mejor que la vida puede ofrecer, te animo a que busques su rostro y disfrutes de su presencia.
Si lo haces, él te dará fuerza para tu viaje y paz en tu corazón; guiará tus pasos y dirigirá tu camino; bendecirá todo lo que entre en contacto contigo; aunque a primera vista pueda parecer insignificante (o incluso francamente doloroso), se convertirá en algo hermoso gracias a su gracia y a su bendición.
Y entonces, cuando alguien te pregunte qué hace que tu vida sea tan maravillosa -o cuando te pregunten cómo pueden tener ellos una vida mejor-, sabrás exactamente de dónde vienen todas esas bendiciones: ¡su nombre es Jesucristo!
Conclusión
La próxima vez que te sientas desanimado sobre tu vida espiritual y te preguntes si Dios está realmente ahí para ti, recuerda que nada es imposible para Dios. Él nunca nos dejará ni nos abandonará, por mucho que nos desviemos. Todo lo que tenemos que hacer es extender la mano y pedirle ayuda.
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