Comienza Tu Tiempo De Cosecha Con Cristo
¿Cuántas veces has mirado una semilla y has pensado en lo increíble que es? Las semillas son paquetes tan pequeños de potencial. Con un poco de tierra y agua se crea algo hermoso, como una flor o una hortaliza. Por eso creo que la primavera es tan emocionante; es la estación en la que las semillas brotan y se convierten en algo maravilloso.
- ¿te has preguntado alguna vez por qué cuando llega la época de la primavera empiezan a brotar las semillas y a florecer las hojas?
- La primavera no es sólo el florecimiento de las plantas; es una oportunidad para que la Madre Naturaleza dé gracias a nuestro Creador.
- La cosecha de una semilla comienza con el brote de la misma.
- La misma regla se aplica en nuestras vidas también; su cosecha comienza desde el interior.
- Debemos esforzarnos por ser mejores personas por dentro antes de empezar a esperar una cosecha en nuestras vidas.
- El tipo de cosecha que obtienes está determinado por la calidad de tu temporada de siembra.
- Al igual que un agricultor que no espera una buena cosecha si no ha invertido su tiempo y recursos en plantar bien su cultivo,
- Debemos intentar, en la medida de lo posible, plantar las semillas adecuadas que podamos cosechar más adelante en la vida.
- Al igual que Cristo estuvo siempre orando, a pesar de todas las circunstancias, nosotros también deberíamos orar sin cesar.
- Un estudio demuestra que el 90% de las personas que oran tienen una vida más sana y larga que las que no lo hacen
- Conclusión
¿te has preguntado alguna vez por qué cuando llega la época de la primavera empiezan a brotar las semillas y a florecer las hojas?
¿Se ha preguntado alguna vez por qué, cuando llega la primavera, empiezan a brotar las semillas y a florecer las hojas? Es porque es la estación del renacimiento. Es la estación de la esperanza. Es un nuevo comienzo. Es crecimiento, renovación y rejuvenecimiento. Sí, la naturaleza parece decir que podemos cambiar para mejor cuando dejamos que Dios entre en nuestras vidas.
La primavera no es sólo el florecimiento de las plantas; es una oportunidad para que la Madre Naturaleza dé gracias a nuestro Creador.
La primavera es una época de nuevos comienzos, crecimiento, renovación y esperanza. También es una época en la que podemos sacar tiempo de nuestras ajetreadas vidas para reflexionar sobre todo lo que Él ha hecho por nosotros en el último año y mirar con ilusión lo que hará en el futuro. Es un gran momento para empezar de nuevo con ideas frescas basadas en la palabra y el plan de Dios.
La cosecha de una semilla comienza con el brote de la misma.
La germinación es el proceso de la semilla que atraviesa la tierra. Es el comienzo de una nueva vida, es cuando empezamos a ver lo que ha estado escondido dentro todo el tiempo. El brote de una semilla no es sólo una señal de la gracia de Dios, sino también de cuánto nos ama como hijos suyos.
Cuando estamos necesitados y luchamos contra el pecado, Dios envía personas que nos ayudan a ponernos de nuevo en pie, como en Juan 20:22 "Así que ahora Jesús no sólo estaba siendo trasladado físicamente de un lugar a otro; también estaba siendo trasladado de un nivel espiritual a otro -de la muerte a la vida- ¡porque había sido resucitado por Dios!"
La misma regla se aplica en nuestras vidas también; su cosecha comienza desde el interior.
La misma regla se aplica también a nuestras vidas; tu cosecha empieza desde dentro. El tipo de cosecha que obtienes está determinado por la calidad de tu temporada de siembra. Al igual que un agricultor que no espera una buena cosecha si no ha invertido su tiempo y recursos en plantar bien su cultivo, no debemos esperar ver frutos en nuestra vida si hemos plantado cosas equivocadas en ella.
Al igual que un agricultor que no espera una buena cosecha si no ha invertido su tiempo y recursos en plantar bien su cultivo, no debemos esperar ver la fructificación en nuestras vidas si hemos plantado cosas equivocadas en ella.
Debemos esforzarnos por ser mejores personas por dentro antes de empezar a esperar una cosecha en nuestras vidas.
La Biblia nos dice que Dios ha dado a todos la capacidad de producir buenos frutos (Mateo 7:17-20). Depende de cada uno de nosotros utilizar esa capacidad eligiendo las semillas adecuadas y plantándolas en nuestro corazón.
La primavera es un gran momento para crecer espiritualmente, porque nos da la oportunidad de empezar de nuevo con una nueva actitud. Podemos empezar de nuevo con más amor, paciencia, bondad y perdón en nuestros corazones. También podemos empezar de nuevo con fuerza y energía renovadas mientras nos esforzamos por alcanzar la excelencia en todo lo que hacemos.
Durante esta temporada de flores que brotan y de hierbas frescas que crecen por todas partes a tu alrededor, asegúrate no sólo de centrarte en tu propio crecimiento personal, sino también de dar gracias por toda la bondad que Dios trae a tu vida.
El tipo de cosecha que obtienes está determinado por la calidad de tu temporada de siembra.
Si quieres recoger la mejor cosecha posible, tienes que plantar las semillas adecuadas. La calidad de tu cosecha viene determinada por la calidad de tu temporada de siembra. Si sólo plantas semillas de buena calidad, esto afectará a todos los aspectos de tu temporada de cultivo: desde la preparación del suelo y el riego, hasta la protección contra las plagas y la cosecha en el momento adecuado. A continuación le explicamos cómo sembrar las semillas:
- Prepare su suelo
- Riegue sus semillas
- Proteja sus plántulas
- Coseche su cosecha
Al igual que un agricultor que no espera una buena cosecha si no ha invertido su tiempo y recursos en plantar bien su cultivo,
No puedes esperar una buena cosecha si no inviertes tu tiempo y recursos en plantar bien tu cultivo. La misma regla se aplica también a nuestras vidas. La clase de cosecha que se obtiene está determinada por la calidad de la siembra.
¿Qué significa esto para nosotros? Significa que debemos invertir todo nuestro ser en cumplir los mandamientos de Cristo y enseñar a otros a hacerlo también. Tenemos que vivir cada día haciendo la voluntad de Dios, siguiendo sus enseñanzas y haciendo el bien a todos los que nos rodean, ¡incluso a los que no quieren nada de nosotros!
Jesús dijo: "El que tenga oídos para oír, que oiga" (Mc 4,9). En otras palabras, ¡escucha con atención porque te estoy diciendo algo importante ahora mismo!
Debemos intentar, en la medida de lo posible, plantar las semillas adecuadas que podamos cosechar más adelante en la vida.
Plantar las semillas equivocadas significa plantar semillas que producirán una mala cosecha. El tipo de cosecha que se obtiene viene determinado por la calidad de la temporada de siembra. Si es demasiado seca o si ha llovido demasiado durante esos meses de lluvia (marzo y abril) en los que deberías sembrar tus semillas, lo más probable es que tu cosecha no sea buena.
Al igual que Cristo estuvo siempre orando, a pesar de todas las circunstancias, nosotros también deberíamos orar sin cesar.
La oración es una de las cosas más importantes que puedes hacer. Es una forma de comunicarse con Dios, que nos ama y tiene buenos planes para nosotros. La Biblia nos dice que Jesús estaba siempre en oración, independientemente de las circunstancias que le rodeaban. Incluso cuando estaba siendo arrestado y golpeado (Lucas 22:47-48), oraba. Y cuando fue juzgado por Pilato (Juan 17:7-9), pasó tiempo en oración antes de enfrentar la muerte en la cruz (Juan 17:19). E incluso después de resucitar, Jesús siguió rezando (Hechos 1:14).
De hecho, justo antes de ascender al cielo, Jesús les dijo a sus discípulos que esperaran a que viniera el Espíritu Santo para poder llenarse de poder y empezar a hacer milagros como él, uno de los cuales sería que "oraran sin cesar" (1 Tesalonicenses 5:17).
Entonces, ¿cómo pasamos de decir "no gracias" a orar sin cesar? En primer lugar, hay que empezar a pensar en la oración como algo más que pedir algo o quejarse de lo que no va bien: ¡es hablar con alguien que te ama profundamente! Cuando rezamos así, nuestros corazones se ablandan hacia los que nos rodean, en lugar de endurecerse por el egoísmo o la queja orgullosa contra los defectos de los demás, en lugar de centrarse en sus buenas cualidades.
Un estudio demuestra que el 90% de las personas que oran tienen una vida más sana y larga que las que no lo hacen
El estudio demuestra que el 90% de las personas que rezan tienen una vida más sana y larga que las que no rezan. La oración es una herramienta poderosa, a menudo se le llama una forma de meditación. La oración nos ayuda a centrarnos en las cosas correctas de nuestra vida, a ser positivos y a estar agradecidos por lo que tenemos en lugar de pensar en lo que no tenemos. Una mejor calidad de vida puede ser tuya si comienzas tu día con la oración, terminas cada día con la oración y encuentras tiempo durante el día para pasar un tiempo tranquilo con Dios.
Conclusión
Ahora que ya conoces más a fondo lo que es la época de la cosecha, ¡es hora de ponerse en marcha! Lo más importante es mantener tus plantas sanas y felices. Cosechar durante la temporada adecuada te dará un mejor rendimiento y te ayudará a conservar los nutrientes de tus alimentos. Si quieres saber más sobre la cosecha, echa un vistazo a nuestro artículo sobre el tiempo que tardan las plantas de tomate en madurar.
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