Amós 7:7-8 - Explicación Bíblica
Por alguna razón, Dios envió una visión a Amós de una nube de langostas que se comería toda la vegetación de Israel. El Señor le dijo que proclamara este juicio debido a la maldad de las naciones. No debía quedar hierba ni hojas en el suelo.
En Amós 7, el profeta
Este capítulo describe una visión en la que el profeta ve que vienen "langostas" y pestilencia contra Israel. La palabra "langosta" puede traducirse al español como saltamontes o grillos, pero también se utiliza metafóricamente en las Escrituras para describir la guerra.
En Amós 7:1-3, el profeta ve a las langostas devorando toda la vegetación de Israel antes de que lleguen a la tierra (versículo 1). Esto es una señal del juicio de Dios sobre Israel por sus pecados (versículos 2-4).
El Señor le dijo que proclamara este juicio
El Señor le dijo que proclamara este juicio a causa de la maldad de las naciones. Esto es lo que dijo el Señor "Por tres pecados morirá Amasías, rey de Judá, porque envió hombres para que fueran a So y dijeran:
- '¡No reces por nosotros! ¡Ora por Jerusalén! ¡Reza por Samaria! Reza por los que viven en el Líbano!'
Por eso enviaré una plaga sobre Judá que los destruirá a todos; será como una epidemia que se extiende por una tierra y no deja a nadie indemne; pero aun así la restauraré y los haré prósperos de nuevo después de su destrucción por la guerra.
Y así como se ha pasado de [destruir] a Israel de debajo de mi ira (pues esto fue antes de nuestro acuerdo en Mizpa), así también se pasará de [destruir] a Judá" (Amós 7:14-15).
No debía quedar hierba ni hojas en el suelo.
Las langostas se comieron la hierba y las hojas, de modo que no quedó nada verde. Eran una señal del juicio de Dios y una advertencia para Israel (7:4). Tal vez por eso era importante eliminar todo rastro de su presencia en su patio, para no ser contaminado por tenerlas allí.
Conclusión:
Dios tenía derecho a quitarle todo a Israel. Amasías, aunque era un profeta y un buen hombre, no era un verdadero profeta de Dios. Trató de intimidar a Amós para que guardara silencio diciendo que si seguía hablando, moriría y toda su familia moriría con él. Esta no era la forma en que Dios quería que se hicieran las cosas; era sólo la forma en que Amasías trataba de mantener la paz en Israel.
Dios utiliza todo tipo de personas para su propósito, pero debemos recordar quién está a cargo: Dios.
Este es un claro ejemplo de cómo Dios pudo castigar al pueblo por sus pecados. Envió a Amós para advertirles y ellos también lo trataron mal. Fue este tipo de comportamiento el que finalmente llevó a Israel al cautiverio en Babilonia, donde sufrirían mucho por su desobediencia.
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