Advertencias Para El Que Peca Deliberadamente

Advertencias para el que peca deliberadamente. En este pequeño artículo les daré una precaución y una advertencia. Esto es para ti, si has continuado deliberadamente pecando contra Dios, y seguirás haciéndolo; si no has sido convencido por el Espíritu Santo; si en toda tu vida nunca te has arrepentido de tu pecado, ni has buscado Su perdón: o si te has arrepentido una o dos veces, pero luego has vuelto atrás y has continuado deliberadamente en el pecado.

Índice de Contenido
  1. El que tiene las manos limpias y el corazón puro.
  2. El tal puede esperar ver a Dios, que le será clemente.
  3. El hombre que peca y no se humilla trae consigo cierta miseria tanto en esta vida como en la venidera.
  4. ¿Qué le sucederá al que peca deliberadamente?
  5. El peligro para el que peca deliberadamente
  6. La perdición por el pecado
  7. Conclusión

El que tiene las manos limpias y el corazón puro.

Advertencias para el que peca deliberadamente

Debes saber que la Biblia dice: "El que tiene las manos limpias y el corazón puro, que no ha tomado su alma en vano, ni ha jurado con engaño a su prójimo". (Salmo 24:4). Debes preguntarte si has hecho estas cosas.

Si has hecho estas cosas, significa que estás pecando contra Dios así como contra tu prójimo. Cuando rompemos cualquiera de los mandamientos de Dios, pecamos contra Él porque Él es nuestro Creador y es nuestro dueño. Todos nacemos en pecado por la transgresión de Adán, pero algunos pecados son peores que otros (Romanos 6:23; 1 Juan 5:17).

El tal puede esperar ver a Dios, que le será clemente.

Para que uno pueda esperar ver a Dios, que será benévolo con él. Pero si pecas y no te humillas, sino que andas según los deseos de tu malvado corazón, entonces ciertamente te digo hoy que tú también morirás. Porque ciertamente vivo yo, dice el Señor DIOS: Toda rodilla se doblará ante mí; toda lengua jurará por mí; todo el que jure por mí en secreto o abiertamente, yo lo juzgaré. Así dice el Señor DIOS: Quítate el turbante y quítate la corona: ¡éste es mi decreto! (Ezequiel 21:26)

El hombre que peca y no se humilla trae consigo cierta miseria tanto en esta vida como en la venidera.

Los pecados son un peligro para el alma, para el cuerpo, para la familia y la sociedad, para la Iglesia y el mundo. Los pecados son un peligro porque nos separan de Dios; nos llevan al error y a la desesperación; nos hacen esclavos de Satanás. Si continuamos en el pecado caeremos bajo su poder tan completamente que nos será imposible volver a escapar de sus garras. El hombre que peca es como el que ha bebido veneno: no sabe el daño que puede causarse a sí mismo o a los demás con sus acciones hasta que es demasiado tarde.

¿Qué le sucederá al que peca deliberadamente?

El que peca deliberadamente será castigado por sus pecados. Ha elegido separarse de Dios, y será separado de Dios. También estará alejado de Dios, lo que significa que no conocerá el amor ni las bendiciones de Dios. Esto es lo que dice la Biblia sobre esta situación:

"Si deliberadamente seguimos pecando después de haber recibido el conocimiento de la verdad, no queda ningún sacrificio por los pecados". Hebreos 10:26

El peligro para el que peca deliberadamente

Como cristiano, estás bien familiarizado con los peligros del pecado. Es un asunto serio, que debe ser tomado en serio por aquellos que quieren obedecer a Dios. El pecado es la causa de la miseria en este mundo y de la muerte en el otro.

Sin Cristo, no puede haber salvación del pecado, y sin la salvación del pecado, no puede haber esperanza de felicidad en esta vida o alegría eterna en la próxima. Si aún no has aceptado a Jesús como tu Salvador y Señor, te insto a que lo hagas hoy antes de que sea demasiado tarde.

La perdición por el pecado

No importa cuál sea el pecado, sigue siendo un pecado. Un hombre puede estar intoxicado por las drogas o el alcohol y aunque no dañe a otra persona en el proceso, sus acciones tienen consecuencias. Tiene una resaca esa mañana y puede tener que lidiar con algún dolor físico o enfermedad más tarde debido a sus acciones.

Lo mismo ocurre con el robo de algo que pertenece a otra persona: es posible que te salgas con la tuya, pero es probable que tengas que afrontar algunas consecuencias negativas más adelante (como que te vean haciendo lo malo y tengas que pagar cárcel, por ejemplo).

Conclusión

¡Qué maravillosa promesa tenemos en esta lectura! No sabemos todo lo que significan las palabras de Jesús, pero a la luz de otros pasajes de la Escritura podemos concluir que la gran gloria será nuestra cuando nuestro Señor vuelva. En ese momento reunirá a los suyos y nos llevará a casa, al cielo, donde estaremos para siempre con Él.

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