Abundante cosecha – Es hora de saber cómo cosechar

La Abundante cosecha se logra a través de una siembra fructífera y para ello necesitamos las herramientas, las ganas, la entereza, pero por encima de ello la dirección para hacer un excelente trabajo y no perder lo que se ha sembrado, así mismo pasa con la vida del cristiano, el mundo está lleno de infinitas personas que podemos cosechar para el reino de Dios, y muchos perdemos el tiempo.

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Abundante cosecha – Es hora de saber cómo cosechar

En Mateo 9: 36-37-38 dijo Jesús: “Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.” Oigamos lo que quiere y como quiere trabajar Dios, con esa cosecha.

Al atender las palabras de nuestro Señor Jesús, nos damos cuenta de que hay abundante cosecha, y que son esa multitud de seres humanos que necesitan que les hablen y enseñen sobre el gran amor de Dios, y su misericordia, no juzgarlo porque el único que juzga es el Dios, nuestra misión ha de ser enseñarles que existe un camino, que se llama Jesucristo el redentor.

Cada uno de nosotros como cristianos debemos, estrechar nuestros lazos de comunión y compromiso espiritual con nuestro Señor Jesús, de esa manera obtendremos lo que todos deseamos como amantes de Jesucristo, y es llevar a sus pies, una excelente cosecha de almas para el reino y ministerio de nuestro Dios, en este mundo vemos todos los días esa mies o cosecha, descarriada.

Imagínese que está en una gran extensión de terreno, con abundante cosecha, pero usted es un trabajador sin experiencia es decir jamás ha ido a un campo, lo primero que debe hacer es dejarse orientar por el dueño de la finca, que le en gran manera le interesa que usted, le escuche para obtener, por medio de usted la mejor y más grande cosecha Jesús, es ese jefe.

Por ello nuestro Señor Jesucristo, nos orienta todos los días, solo que cada uno queremos hacer las cosas a nuestra manera, y debemos saber que no se puede vivir en el reino de Dios, de una manera desorganizada y sin sentido, solo Dios, sabe cómo podemos obtener una buena y saludable cosecha, para ello necesitamos prepararnos y dejar que Dios, nos guíe hacia un buen trabajo.

Nuestra oración es sumamente importante para obtener una abundante cosecha, pero dicha oración debe ser realizada para que Dios nos oriente en saber cómo, cuándo, dónde y todas esas preguntas que nos frenan, para hacer una buena cosecha, sean respondidas por el Creador, así todo lo que se haga será hecho primeramente con amor, sabiduría, prudencia y con Dios.

La palabra de Dios, jamás pasará y en Habacuc 2:14 dice: “Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar.” Y cada uno de los cristianos formamos parte de esa misión, que es de llenar cada rincón de la tierra de esos conocimientos de la gloria de Dios, de que Jesucristo, es el camino y la verdad para llegar al Padre Celestial. 

Seamos instrumentos de Dios, esa herramienta clave y necesaria para lograr una obra estupenda y duradera, oremos sin cesar, nosotros necesitamos de cada una de estas tareas a realizar con amor y por amor, con fe porque es la manera de agradar a Dios, la mies o cosecha espera por nosotros, Dios espera por nosotros a que hagamos su voluntad de resto no podemos cosechar.

Muchas veces no sabemos cómo llevarla al Reino de Dios, ante ello le invito a detenerse unas milésimas de segundo, porque no necesitará más tiempo, vea a su alrededor, pues sí, las personas enfermas, divorciadas, la infidelidad, la impunidad, el alcoholismo, las drogas, y existen muchas más causas que seguro usted ha visto, ellas son la mies, o cosecha.

Mientras existan todo esto en el mundo sabremos que tenemos empleo, sí, un excelente y gran empleo en donde el dueño de cada una de las cosas que te rodea te dice, yo trabajaré contigo, solo sigue mi camino, no se deje deslumbrar por otras rutas solo siga las de su empleador, que está gustoso de trabajar con usted, de también recompensarlo por esa gran obra.

Convirtámonos en un lápiz para Dios, un pincel, una pluma, él es nuestro Creador, por lo tanto él sabe para qué somos útiles de verdad, dónde esta nuestro potencial o si esa manera de ser, en particular será necesaria para abordar esa abundante cosecha, pero dejemos que él, recordemos que la lucha es a nivel espiritual, y siempre debemos estar bajo la sombra del altísimo.

Ser cristiano es saber que Cristo es nuestro camino hacia Dios, es creer en él, su poder, su existencia y estar conscientes que sin él, no somos nada, que nuestras almas están a salvo para la vida eterna porque creemos y él, lo dice en su palabra, esa es la ventaja que tenemos sobre aquel que no ha conocido a Jesús, pero debemos de estar siempre con él, para alejarnos del pecado.

No haga las cosechas por hacerlas, déjese guiar por Dios, humíllese ante él, ore sin cesar, afuera hay una mies, que necesitad saber que Cristo le ama, usted lo puede hacer bajo la dirección del altísimo, sin prepotencia, sin hacerle sentir que es un pecador inmundo, solo Dios, juzga, y aun sabiendo que somos pecadores todos, nos tiene misericordia y nos ama infinitamente, y perdona.

Reconocer a Dios como único dueño

Si Dios, no ha creado eso quiere decir que somos su cosecha, claro está algunos hemos sido llamados antes que otros, o hemos oído la voz de Dios, sin embargo, debemos y tenemos que tener siempre presente que él es el dueño de esta cosecha, él sabe todos los detalles sobre nosotros cuándo, cómo y dónde cosechamos y qué herramienta usar, seamos una herramienta de Dios.

Una de las características de un Cristiano primeramente es aceptar y reconocer a Jesús, como su único Señor y Salvador, pero también es clave e importante saber que sin él, no somos nada, él es el dueño de todas las cosas y de nosotros solo que es tan perfecto y respetuoso que nos da el libre albedrío es decir usted decide, pero debe saber que él existe y que le ama infinitamente.

Cuando reconozcamos en nuestra mente y corazón que Dios, es el dueño de todos y todo, tendremos una abundante cosecha, pero debemos tener presente este principio, para que este punto sea entendido y se quede incrustado en cada célula de nuestro cuerpo, alma y espíritu, es necesario creer en el hijo de Dios, tener fe, saber que todo lo escrito ha de cumplirse.

Muchas veces somos rebeldes o altaneros, en todo lo relacionado con las tareas de Dios, sí, aún siendo cristianos nos empeñamos en asumir, roles o situaciones para las que aún no estamos preparados, simplemente porque vemos que otros lo hacen queremos hacerlo también, para todo debemos prepararnos y dejarnos guiar por Dios, para no perder la cosecha.

En otras ocasiones es la indiferencia enlazada con la rebeldía que nos invade, aun siendo cristianos y se combinan expresiones como que Dios, me diga cómo hacerlo y aun así Dios, les habla, pero no escuchan, y tienen cerca abundante cosecha, pero la dejan perder por esta situación en la que se sumergen, no conforme a esto se oponen a todo, entonces no hacen nada.

El cristiano que imita a Jesús 

Recordemos que en nuestra vida cristiana debemos crecer, madurar, dar testimonio que le permiten a esa mies, que está hambrienta de amor, que cuando Cristo está en tu corazón y vida todo es diferente, los problemas estarán, las tentaciones también y un sin fin de situaciones, pero con Cristo, todo es superable, porque él, nos da las fuerzas que necesitamos, y el valor.

Este tipo de cristiano espera las órdenes y deseos de su Señor, para complacerle y obtener abundante cosecha, pero su crecimiento y madurez espiritual no lo obtuvo porque trabaja a su antojo, sus fuerzas o inteligencia canal, este comportamiento y proceder se debe a que no abandona su oración, su comunión con Dios, y dejan que Dios, haga en su obra y su voluntad.

Para seguir a Cristo como muchos cristianos, debemos estar atentos para oír su voz, y abandonar todo, si fuese necesario por Jesús, ese es el discípulo que Jesús, necesita y quiere que esté dispuesto hacer lo que él manda, y no hacer lo que otros hacen, porque ese otro está haciendo la voluntad de Dios, y obtiene abundante cosecha, pero este actúa bajo la voluntad de Dios.

Dios nos dice en su palabra en Josué 1:9 “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.” No nos separaremos de Dios, toda esa mies es creada por Dios, para realizar una buena cosecha es necesario ir de su mano, sin él nada somos, y nada lograremos él es nuestro mejor guía y amparo.

Para concluir queremos tener una buena cosecha para el Señor Jesús, humillémonos ante Dios, pidámosle sabiduría e inteligencia del cielo, ya que la mies está en el mundo deseando que alguien le hable del amor que Cristo tiene para darles, que sepan que él murió y resucitó en la cruz para salvar su alma, todo este prójimo necesita que esos seres consagrados a Dios, le hablen.

Si por alguna razón, has desviado tu camino, o aún no tienes a Cristo en tu corazón, busca un lugar en donde estés tú a solas con Dios, pídele que perdone tus pecados, que le aceptas como tu único Señor y Salvador que entre a tu corazón y vida, dile Señor escribe mi nombre en el libro de la vida y no lo borres jamás, perdona mi debilidad quiero hacer tu voluntad, en mi vida.

Muchos esperan esa palabra de fe y esperanza que el cristiano puede hacer llegar, siempre y cuando sea guiado por nuestro Señor Jesús, debemos leer las Sagradas Escrituras para poder hablar de Jesús, su amor, obras y poder, recuerde que nuestra lucha no es contra carne ni sangre, es contra espíritu debemos prepáranos espiritualmente y para ello debemos estar con Cristo.

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Dra. Mercedes Pérez Sarrameda

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