10 Características De Un Matrimonio De Éxito Según La Biblia
En un mundo tan cambiante como el actual, puede resultar difícil mantenerse fiel a los valores con los que nos criamos. Sin embargo, hay cosas que no podemos negar. Por ejemplo, los seres humanos están diseñados para las relaciones y el matrimonio es una de las más importantes que tendremos. También es una de las más difíciles. No importa en qué etapa de su relación se encuentre - comprometida o casada - estos principios bíblicos le ayudarán a crear un matrimonio exitoso.
1. Confianza
La confianza es la base de un matrimonio exitoso. De hecho, es tan importante que Dios dijo que era una de las cosas más valiosas de la vida. Tener confianza en tu cónyuge significa que sabes que estará ahí cuando lo necesites y que nunca intentará hacerte daño o engañarte.
Pero esto también significa que debes confiar en ellos para que hagan lo que dicen que van a hacer y no te mientan o engañen. Confiar en el otro requiere un gran esfuerzo, pero si ambos cónyuges se esfuerzan por ser honestos y construir su relación juntos, ¡merece la pena!
2. El perdón
Si quieres que tu matrimonio tenga éxito, tienes que aprender a perdonar. El perdón es una elección y no es algo que ocurra de la noche a la mañana. Requiere tiempo y esfuerzo, pero puede hacerse. El perdón no tiene que ver con la otra persona, sino con usted. Cuando eliges perdonar a alguien que te ha hecho daño, lo que haya hecho ya no importa porque ahora lo único que importa es el hecho de que se haya disculpado por sus acciones y se esfuerce por no repetirlas de nuevo en el futuro.
El perdón también significa dejar de lado la ira y el rencor hacia quienes nos han herido de alguna manera. Para que nuestro corazón y nuestra mente no se vean agobiados por estas emociones negativas, no tenemos más remedio que dejarlas ir.
Puedes empezar por perdonarte a ti mismo si un día te das cuenta de que hizo algo malo o hiriente hacia su cónyuge o alguien cercano (como amigos o familiares). Puede que al principio se sienta culpable, pero no deje que esto le impida avanzar hacia el perdón.
3. Aceptación
La aceptación es un componente clave para el éxito del matrimonio. Parece una obviedad, pero no siempre es fácil aceptar a tu pareja por lo que es. La Biblia dice: "Maridos, amad a vuestras mujeres, como Cristo amó a la Iglesia y se entregó por ella" (Efesios 5:25).
Aceptar no significa estar de acuerdo; significa dejar de lado el propio ego para poder comprender y apreciar plenamente las necesidades de tu cónyuge. Al aceptar a tu cónyuge por lo que es, podrás comunicarte mejor con él porque estarás más abierto a sus ideas y puntos de vista sobre las cosas.
4. Humildad
La Biblia nos dice que la humildad es una virtud. De hecho, la Biblia dice que todo orgullo es pecado (1 Juan 2:16). La humildad es lo contrario del comportamiento orgulloso y altanero. Se puede ser humilde sin ser manso o débil.
La humildad es un signo de fortaleza porque muestra respeto por uno mismo y por los demás. Cuando se es humilde, se reconocen los puntos fuertes, pero no se es arrogante al respecto: ¡también se conocen los puntos débiles! Ser humilde también significa estar dispuesto a aprender de otros que pueden ser más inteligentes que tú en algunas áreas; este tipo de actitud fomenta el respeto mutuo entre los cónyuges que, de otro modo, podrían sentirse amenazados por los conocimientos o habilidades del otro.
La humildad nos da sabiduría porque aprendemos de nuestros errores en lugar de excusarnos por ellos o culpar a los demás de lo que salió mal La humildad nos hace más maduros y sabios porque entendemos cómo funcionan las cosas en la vida, así que no esperamos que todo vaya perfectamente según el plan; sabemos que siempre habrá dificultades en el camino que pueden hacernos más fuertes si las manejamos correctamente
5. Compromiso
El compromiso es una decisión de ser fiel a tu cónyuge. Es una promesa de que amarás y cuidarás a tu cónyuge, incluso cuando sea difícil. Es la decisión de hacer sacrificios por el bien de tu relación, eligiendo no buscar lo que podría ser más divertido o emocionante (por ejemplo, acostarse con alguien) porque podría dañar tu matrimonio o romper la confianza con tu cónyuge.
El compromiso también significa saber que puedes contar contigo mismo y con tu pareja, de modo que podéis superar juntos los momentos difíciles sin miedo ni preocupación por si uno de los dos se va a ir en cualquier momento, porque no hay ataduras entre los cónyuges que se han comprometido plenamente de este modo.
6. Amor
El amor es paciente. Es paciente y bondadoso, lento para la ira y no se deja provocar fácilmente. El amor no guarda un registro de los errores cometidos contra nosotros. El amor no tiene celos ni es jactancioso, sino que se alegra de la verdad. El amor no insiste en su propio camino; no es irritable ni resentido; no se alegra del mal, sino que se alegra del bien.
7. Honestidad
La sinceridad es esencial para un buen matrimonio. También es una elección, y tú haces esa elección cada día por la forma en que tratas a tu cónyuge. La honestidad es la base de un matrimonio feliz porque es una indicación de madurez, salud emocional y salud espiritual. Un marido o una mujer que guarda secretos a su cónyuge puede estar tratando de evitar el conflicto o la confrontación, pero ese engaño sólo hará que su relación se resienta a largo plazo.
8. Tiempo de calidad
El tiempo de calidad no consiste en pasar mucho tiempo juntos, sino en pasar tiempo juntos de forma significativa. El tiempo de calidad no es sólo algo que se tiene con el cónyuge; también es algo que se necesita con los hijos y los amigos. Puedes pasar cinco minutos o cinco días con alguien y seguir sin tener tiempo de calidad. La clave de un buen tiempo de calidad es ser capaz de comunicarse de forma clara y eficaz para que cada persona entienda lo que la otra quiere decir (o escuchar).
Puede que pienses que gastar mucho dinero en comidas y actividades caras es la mejor manera de demostrar a tu pareja lo mucho que significa para ti, pero si no pasáis suficiente tiempo de calidad a solas, no importa cuánto dinero gastéis en noches de cita en restaurantes; esas citas no se sentirán como verdaderas "noches de cita" si no hay ninguna conversación entre los dos.
9. Responsabilidad
La responsabilidad es algo bueno, pero no siempre es fácil de hacer. Requiere abnegación y compromiso. Requiere anteponer a los demás a uno mismo, incluso cuando no te apetece. La responsabilidad también significa ser capaz de admitir tus fallos y faltas sin culpar a nadie de ellos o negar que existen en primer lugar.
Cuando uno de los cónyuges falla a otro, la responsabilidad dicta que arregle ese problema lo antes posible sin excusas ni justificaciones para no hacerlo; sin embargo, si ambos cónyuges se fallan mutuamente en alguna ocasión (y lo harán), entonces ambos cónyuges deberían trabajar juntos para resolver su conflicto rápidamente para poder volver a estar juntos en lugar de utilizar sus problemas de relación contra el otro con ira o frustración cuando las cosas van mal entre ellos.
10. Comunicación
Cuando se trata de comunicación, hay dos tipos principales: hablar y escuchar. Hablar implica expresarse de forma clara y concisa. El propósito de hablar es compartir información o sentimientos con su cónyuge.
Por ejemplo, si quieres que tu cónyuge se entere de algo que está ocurriendo en el trabajo y que va a afectar a su día, es importante que se lo comuniques claramente para que pueda hacer los ajustes oportunos (¡y esperemos que no se enfade!). También es posible que tengas que hablar cuando surja un problema dentro del matrimonio, o incluso simplemente hacerles saber lo que pasa en tu corazón sobre algo importante.
Para que la comunicación sea lo más eficaz posible, ambas partes deben escuchar activamente, es decir, entender lo que se dice sin juzgar cómo se dice o salir con refutaciones antes de escuchar todo de primera mano. Esto ayuda a mantener las cosas en paz en lugar de alterar a todos los implicados, ya que evita que los malentendidos se produzcan demasiado rápido antes de que se aborden adecuadamente.
Si los desacuerdos se producen entre los cónyuges a su debido tiempo, lo más probable es que vuelvan a producirse más adelante; por suerte, hay formas de evitar este problema. Una cosa que he aprendido con el tiempo es que nunca hay que perder la esperanza en momentos como éste, porque Dios siempre tiene su mirada puesta en nosotros, independientemente de que nos equivoquemos".
Utilice estos principios bíblicos para crear un matrimonio exitoso.
Al final, estos principios bíblicos pueden utilizarse para crear un matrimonio exitoso. Esto se debe a que, en última instancia, se trata de estar juntos y crecer juntos, a pesar de todos los desafíos que puedan surgir. A través de las pruebas de la vida, usted no tiene que perder de vista lo más importante: su cónyuge y su amor por él.
La Biblia nos dice que nuestros matrimonios deben reflejar la relación de Dios con su pueblo (véase Malaquías 2:14). Cuando modelamos el amor de Cristo hacia nuestros cónyuges y tratamos de edificarnos mutuamente de manera que nos acerquemos a Dios mismo, nos ayuda a convertirnos en seguidores totalmente devotos que no tienen ningún problema en decir "sí, quiero" una y otra vez a lo largo de nuestra vida en común.
Conclusión
Estos son sólo algunos ejemplos de los muchos principios que pueden ayudarle a crear un matrimonio exitoso. ¡La Biblia tiene mucha sabiduría para nosotros, así que deberíamos aprovechar este recurso y usarlo para construir mejores relaciones con nuestra familia, amigos e incluso extraños!
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